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elias ylos profetas de baal
Entonces los profetas de Baal llamarán el nombre de su dios, y yo llamaré el nombre del Dios. Los profetas de Baal tienen la posibilidad de elegir uno y cortarlo en trozos y ponerlo sobre la leña en el altar, pero sin aprender fuego. Qué fuerte y resuelta era la seguridad en Dios que tenla el profeta. Sabía a la perfección bien qué era lo que su fe y oración habían alcanzado del Señor, y no tenía el más despacio miedo de verse contrariado y confundido. El Dios de Elías jamás deja a quien confía en Él con todo el corazón. Pero el profeta estaba resuelto a que esa contestación por fuego estuviese fuera de toda duda.
- Pero llegado el instante oportuno, se dirigió al pueblo, pidiéndoles que se le acercaran para que tengan la oportunidad de ver mejor sus acciones.
Merced a los ejemplos de oración de mi padre y mi abuelo, Dios ya me había hecho un hombre de oración. Y hoy día puedo nombrar con sinceridad que cada día de bendición que he experimentado desde entonces vino desde aquel hermoso y temprano tiempo con el Señor. Aún así Dios dio a estos siervos devotos el bello regalo del tiempo. Ellos tuvieron días, semanas, hasta años para orar, estudiar, medrar y ministrar al Señor. Como puede ver, Dios estuvo preparándoles para el día en el momento en que él los libertaría para ministrar a su pueblo. En verdad, estos hombres pastorearían a esos quienes se volvieron a Dios bajo el ministerio de Elías.
C Elías Va A Jezreel.
Pero Él asimismo se relaciona íntimamente y personalmente con nosotros, como en el silbido apacible. Dios reemplaza nuestras metas físicas, nos anima a investigar nuestros pensamientos y hábitos, nos instruye en de qué forma accionar, y nos afirma que no nos encontramos solos. En el momento en que nos encontramos alerta a la voz de Dios y caminando en obediencia a Su Palabra, logramos encontrar aliento, victoria y recompensa. Elías luchó con debilidades humanas recurrentes, no obstante, fue usado poderosamente por Dios.
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Alimentar a varios profetas iba a requerir múltiples viajes, además de exponerse al riesgo regularmente con el riesgo de ser descubierto y padecer el castigo del rey. Abdías sin duda fue muy intrépido al correr un notable riesgo al realizar esto. Entonces, postrándose reverentemente enfrente del Dios invisible, elevó las manos hacia el cielo y pronunció una sencilla oración. Oró como quien sabía que Jehová estaba allí, presenciando la escena y escuchando sus súplicas.
Aún cuando aquel hombre santurrón era un gobernador en la casa de Jezabel, él determinó tener temor a Dios únicamente. Y él demostró que su corazón se encontraba con los pobres al cuidar de esos cien harapientos y sufridos profetas. Agradezco a Dios por cada creyente que es exitoso.
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¿Por qué se había descuidado el altar al Señor? Un altar arruinado es símbolo de desidia y también irresponsabilidad. Es no ofrecerle la relevancia que tiene mi devoción al Señor. Vea que Elías arregló el altar con doce piedras pensando en las 12 tribus de Israel que fueron siempre y en todo instante presentes de la única adoración a Dios.
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El profeta admite una posición de sumisión o meditación y ora a su Dios. El profeta revela que, si Jehová respondía, no era por medio de un ritual, sino más bien a través de un milagro. Venía en contestación al clamor de un hombre justo a fin de que todo el pueblo supiera quién era el genuino y único Dios de Israel. Elías hace todos y cada uno de los preparativos prescritos para la presentación de un sacrificio a Jehová.
El simplemente clamó al Señor, y también instantáneamente un fuego sobrehumano cayó desde el cielo. La racha envolvente de fuego consumió tanto el sacrificio del profeta como los 12 barriles llenos de agua que él había vertido cerca del altar. En el Monte Carmelo, Elías encaró a 850 falsos profetas en una confrontación de vida o muerte sobre como Dios prevalecería. Algunos de estos 450 profetas servían al dios pagano Baal; los otros 400 fueron curas de los ídolos de las florestas de idolatría construidas por la maligna Reina Jezabel.
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Piense en los cien profetas ocultos por Abdías. Ellos vivieron una vida desolada en grutas por lo menos tres a 4 años, en una hambruna severa. Estos hombres no tenían un ministerio externo. Ellos estaban absolutamente fuera de la visión pública, olvidados por la mayoría de la gente.
Trágicamente, esto únicamente fue una persuasión momentánea. Esto no fue un reavivamiento duradero en Israel. El pueblo fueron claramente persuadidos, pero no cambió la permanencia. Según con su teología, tenía sentido que Acab culpara a Elías. Acab creía en Baal, tanto que su gobierno fomentaba y apoyaba la adoración a Baal y perseguía a los adoradores de Yahveh.