el valle de los huesos secos
En este libro, su autor nos revela de qué forma va a ser la restauración de Israel, tanto de forma física como espiritual, y de esta forma establece una analogía con la Iglesia de Jesucristo de nuestros días. Si es la primera ocasión que lees este pasaje, te puede parecer algo místico, pero lo que Dios hacía con Ezequiel era mostrarle una figura de la verdad que experimentaba el pueblo de Israel. En los versículos siguientes Dios le explica a Ezequiel esta visión. La visión del valle de los huesos secos representaba de qué forma se sentía la nación de Israel, se sentían secos, acabados, no tenían expectativa del futuro, perdieron toda promesa. La famosa visión de Ezequiel, “El valle de los huesos secos,” le fue dada hace mucho más de 2500 años para los asilados en Babilonia. Sin embargo, en el instante en que observamos la pregunta que Dios hace al profeta Ezequiel, “¿tienen la posibilidad de estos huesos vivir?
- Por vez primera en su crónica, Israel no fue con la capacidad de vencer a un enemigo.
¡Dios mandaría a su Espíritu Santurrón, y el Espíritu haría novedosas todas las cosas! Con obras de arte galardonadas, animación increíble y narraciones valientes, este vídeo bíblico Ezekiel 37 Valley of Dry Bones para pequeños es un recurso indispensable de la escuela dominical. ¿Cuántos, van a estar en el vales de huesos secos, donde reina solamente la desaparición, donde está reinando el fragancia a podrido, la osamenta? Donde siente que solo hay decepción, separación, y todas las divisiones juntas, no existe un indicio de vida no. El Israel de hoy solamente debe ver con el Estado sionista y campamental que los vanguardistas construyeron contra toda adversidad. Llegaron a Palestina como “ladrón en la noche. Y en el instante en que comenten \\\’Paz y seguridad\\\’ entonces de súbito van a tener encima la ruina” (Pablo a los Tesalonicenses; 5,2).
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La tercera escena, el viento da vida a los muertos, resalta el papel del Espíritu de Dios, proveyéndonos con la tercera enseñanza con relación al avivamiento. El segundo hecho, donde los huesos se convierten en cuerpos, exhibe como personaje principal a la Palabra de Dios, dándonos de esta forma nuestra segunda enseñanza acerca del avivamiento. El avivamiento comienza con un profeta que es llamado, que confronta la verdad, y que piensa que nada es realmente difícil con el soberano Señor.
El Espíritu lo asienta (no solamente lo ‘pone’) en media parta de los huesos secos, y después lo transporta a ofrecer vueltas y vueltas por ese cementerio abierto para hastiarlo de muerte. Las vidas representadas por estos huesos no solo estaban fallecidas; también fueron deshonradas. En el pensamiento del viejo Israel, un cadáver no enterrado con restos expuestos era una vergüenza y una desgracia para los fallecidos. A estos por supuesto se les negó el entierro favorable. Los huesos secos no solo están fallecidos; han estado muertos hace un buen tiempo. Los huesos son lo que queda cuando la vida ha pasado.
Israel tiene considerablemente más compañías cotizando en el Nasdaq que Canadá o El país nipón. Pero los veinte grupos comerciales que gobiernan la economía israelí también rigen los medios y el discurso público y desgastan a un Estado ahora por sí muy con limite para atender al bien común. Quizás por eso Israel no posee una fuerza política con la intención que se necesita para retirarse ordenadamente de los territorios ocupados y regresar a las fronteras establecidas tras la guerra de los Seis Días en 1967.
el valle de los huesos secos
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Pa' el 2018…vengo a matar…como en el Valle de los Huesos Secos///Ezequiel.. pronosticando y 'profetizando'…@sundayperez https://t.co/rLYqQFBcIV
— Johnny Mas Kesabe (@johnnymaskesabe) August 10, 2017
La imagen que nos muestra esta visión detalla el desánimo y la frustración del pueblo. No obstante, aun en las oportunidades más bien bien difíciles, Dios puede volver a poner la vida del hombre y de un pueblo. Descubra en este libro el mensaje de los últimos días, donde la profecía sobrenatural nos prueba que Cristo viene próximamente.
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Habían abandonado al Señor y por el momento no confiaban en Sus promesas del pacto con sus antepasados de que mandaría un Redentor para librarlos de su cautiverio, y que volvería a establecerlos en su tierra. Estaban fallecidos espiritualmente, y sus corazones marchitos, muy similares al valle de huesos secos. ¡Después de muchas visualizaciones del Señor, Israel fue conquistado por los babilonios! Los israelitas fueron hechos presos y sacados de su tierra natal. Mientras estuvo en cautiverio, el Señor le dio a un profeta llamado Ezequiel y una visión increíble de la resurrección y restauración de su pueblo.
Hablamos de un “enorme torrente que brota, maravillas de la vida que viene de bajo el trono de Dios.” Tres ocasiones el profeta en su visión, dice, “Él me llevó a través.” La mayoría de los intérpretes coinciden que la doctrina de la resurrección de los fallecidos no es el punto escencial de este capítulo. El propósito escencial de la visión era la restauración de Israel. No obstante, si Dios podría cambiar una nación fallecida y agobiada a la vida, sería un pequeño paso en la comprensión que exactamente el mismo Dios podría lograr que el hombre conquistara el mucho más grande enemigo, la desaparición. Dios aparece representado como la fuerza de la naturaleza, cargada de símbolos y de vida.
A estos huesos por supuesto se les negó el entierro conveniente. En su libro, el profeta Ezequiel mantenía que había tenido esta visión. Y vais a saber que yo soy el Eterno, en el momento en que abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
Ezequiel no tenia promesa en los huesos, pero si tenía promesa en Dios. Ezequiel no se atrevió a comprender lo que Dios deseaba llevar a cabo con los huesos. “Él me dirigió y el agua había subido y había llegado a ser un río para nadar en él” Es el retrato del creyente completamente sometido a la intención de Dios en su crónica.