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salmo 140 biblia catolica

“El los escruta, aquel que examina lo íntimo del hombre, el corazón profundo. 9 Un soplo solamente los hijos de Adán, los hijos de hombre, una mentira; si subieran a la balanza serían menos que un soplo todos juntos. 17 Oh fuerza mía, para ti salmodiaré, en tanto que es Dios mi ciudadela, el Dios de mi amor.

6 Acuérdate, Yahveh, de tu ternura, y de tu amor, que son de siempre y en todo momento. Almacena mi nombre, e-mail y web en este navegador para la próxima vez que comente. Sé que el Señor va a hacer justicia al desvalido y va a dar a los pobres la razón. El hombre debe seguir el sendero del bien no el sendero que lleva a la maldad. Debemos unirnos a los valores que asistan a exaltar la amabilidad del hombre. La naturaleza humana es muy complicada y el constructor conoce a cabalidad a toda la raza humana.

Cánticos 141

Esta pertence a las causas que justifican la atribución de las imprecaciones, no al salmista, sino a sus contendientes. La palabra hebrea traducida por “aliento” puede representar también, según los contextos, “soplo”, “viento” o “espíritu”. Aquí tiene relación a la acción de Dios que infunde la vida y la sostiene.

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Citas De La Biblia Catolica

diez Y en ti confíen los que saben tu nombre, ya que tú, Yahveh, no abandonas a los que te buscan. 2 en boca de los pequeños, los que aún maman, dispones baluarte frente a tus contrincantes, para finiquitar con contrincantes y rebeldes. 11 Y se alegren los que a ti se acogen, se alborocen por siempre y en todo instante; tú los proteges, en ti exultan los que adoran tu nombre. 8 Guíame, Yahveh, en tu justicia, por causa de los que me avizoran, allana tu sendero ante mí. 6 pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y engañoso le abomina Yahveh.

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anunciará la obra de Dios y su acción entenderá. 11 Y el rey en Dios se gozará, el que jura por él se gloriará, en el momento en que sea clausurada la boca de los mentirosos. 8 mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene. 5 como de grasa y medula se empapará mi alma, y alabará mi boca con labios dichosas. 1 Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en ya que de ti languidece mi carne, como tierra seca, agotada, sin agua.

La parte final del Salmo es una reiteración de la lamentación y de la súplica (vs ), y una profesión de seguridad en el poder de Dios (v. 14). Los vs. 7-14 se vuelven a encontrar en el Salmo 108. Este poema es un severo reproche contra los jueces inicuos, que con sus resoluciones arbitrarias promueven la violencia y la injusticia en la sociedad. Después de una invectiva llena de sarcasmo (vs. 2-3), el Salmo describe la inconducta de los jueces y su obstinación en el mal (vs. 4-6), y lanza contra ellos enérgicas imprecaciones (vs. 7-10). Por último, comunica la alegría que experimentarán los justos en el momento en que se manifieste la justicia de Dios (vs. 11-12).

Un profundo anhelo de Dios -bellamente expresado con la imagen de la tierra sedienta (v. 2)- es el sentimiento que domina todo este Salmo. Su autor podría ser un levita desterrado, que recuerda el tiempo en que vivía junto al Santuario, gozando de la privacidad con el Señor. En el silencio de la noche recuerda aquellas horas contentos, y ese recuerdo le sirve de consuelo (vs. 7-9). El versículo final señala que el salmista identifica su propia suerte con la de su Pueblo, representado en la persona del rey.

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8 (Yahveh, juez de los pueblos.)Júzgame, Yahveh, conforme a mi justicia y según mi inocencia. Señor, elevo esta lectura del libro de salmos 140, para solicitarte que me protejas y me libres de mis contrincantes aceptables y ocultos. De los que aparentan ser mis amigos y me tienden trampas o están esperando mi caída.

La característica dominante de este Salmo es la absoluta confianza en el Señor, más allá de la hostilidad y la persecución. El salmista se siente de forma plena seguro bajo la protección de Dios (vs. 2-3, 6-8). Por eso interpela claramente a sus contrincantes (vs. 4-5), se reconforta a sí mismo (vs. 6-7) y exhorta a todos los fieles a que compartan sus sentimientos (v. 9).

para dar a conocer a los hijos de los hombres tus hechos poderosos, y la gloria de la majestad de tu reino. Y por tu misericordia, extirpa a mis contrincantes, y destruye a todos los que intranquilizan mi alma; en tanto que yo soy tu siervo. Ya que el enemigo ha perseguido mi alma, ha arrollado mi vida contra la tierra; me logró morar en sitios tenebrosos, como los que hace cierto tiempo están fallecidos. No dejes que mi corazón se incline a nada malo, para practicar proyectos impías con los hombres que hacen iniquidad, y no me dejes comer de sus manjares. Precisamente los justos darán gracias a tu nombre, y los rectos morarán en tu presencia. En las catequesis precedentes, hicimos una ojeada de la composición y del valor de la Liturgia de las Vísperas, la gran oración eclesial del anochecer.

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