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dame hijo mio tu corazon
Y lo cerramos y no queremos perdonar, pero Dios en su Palabra nos pide que le entreguemos nuestro corazón, Él es el único que puede sanar las lesiones y asistirnos a perdonar para vivir de manera plena y en independencia. Finalizando de comprobar la cita biblica, nos garantizamos cuenta que hay otra cosilla que El pide, y es QUE MIREMOS POR SUS CAMINOS, Que dificil no? , aqui trateremos de darle una corto explicación y para esto necesitamos investigar lo que pudiese haber en nuestro corazon… Iniciemos en escudriñar nuestro corazón, PORQUE AL PARECER NO ESTA PREPARADO PARA QUE DIOS LE ENCUENTRE VALOR. Muchas veces nosotros le pedimos a EL, pero en el próximo producto biblico, nos encontramos con la sorpresa que Él también necesita algo de nosotros, y puntualmente nos solicita el corazón. Terminando de comprobar la cita bíblica, nos ofrecemos cuenta que hay otra cosilla que Él pide, y es QUE MIREMOS POR SUS CAMINOS, Que dIfÍcil no?
- Proteger nuestro corazón en este sentido asimismo significaría el ser responsables y cautos con lo que comemos, tomamos, nuestro descanso, ejercicio y nuestra salud generalmente.
Dios Es Bueno
Qué fácil es esto si solo observamos a Jesús, el Hijo de Dios y nuestro hermano, cuyo corazón puro se prolonga hacia nosotros. Tal corazón se hace feliz por el milagro de su felicidad. La felicidad de Dios siempre y en todo instante se entrega al corazón que lo busca, y en el instante en que llega el auxilio, tu corazón va a ser inundado con mucho más amor, y te vas a sentir liberado de todo lo que te anuda y te impide ser auténtico. Vas a ser verdaderamente gozoso, vas a poder ofrecer o retener libremente todo cuanto solicite el Espíritu.
7.- Suponemos en la segunda Venida de nuestro Señor Jesuscristo. 8.- Suponemos en la Resurreccion e inmortalidad del leal. Gracias x edificar mi vida y la de muchas otra gente realmente el corazon le forma parte a nuestro supremo Dios. Hay otros que saben que si hay antídoto, pero que de manera facultativa se someten al mal, y no le entregan completamente su corazón a Dios.
Es requisito dejar que Dios vaya «invadiendo» todos los ámbitos de nuestra vida. Que Él sea el que va normando y señalando el camino preciso de nuestra vida. Admitir a Dios como Señor es dejarle que ilumine mi pensamiento, que refuerce mi voluntad, que oriente mis sentimientos, que norme y marque el criterio de mi comportamiento. Debemos ser simples, humildes, libres, transparentes, aparte de ser obedientes a la Palabra de Dios, o sea reconocer que el es Señor de nuestra vida y como tal tenemos que obedecerle. Esto quiere decir que debemos dejar que el Señor Jesús reine en nuestra vida, que el sea el que rija todo nuestro interior. Hombres y mujeres sufren, por el hecho de que no tienen idea de qué forma vivir, no tienen iniciativa verdaderamente qué quieren, no tienen iniciativa como dar el corazón a Dios.
Dios Charla a Su Pueblo.
El servicio de ayer por la tarde duró 3 horas. Finalizando varías familias se han quedado orando en un ámbito particular en la presencia de Dios.
“Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.” Proverbios 23:26 pic.twitter.com/6FhgwXOJtz— Planeta Pentecostal (@mundopentecosta) June 22, 2020
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dame hijo mio tu corazon
(Pero los sometió bajo sus pies) los tenía bajo su control y le pagaban tributo. Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. Debemos mencionarle al Señor que queremos que El realice eso, pedírselo y dejarle que lo haga pero eso va a representar mal, pruebas, cambios etcétera.
Ver y caminar por sus caminos no va a ser una carga sino más bien un fundamento de gozo. El hombre necesita ofrecer su corazón a Dios por visto que solo Él puede convertirlo. Cuando tu tomas la resolución de entregarle tu corazón a Dios el lo admite y te convierte pero es requisito que no desistas de la resolución que tomes y que te mantengas estable, que ubiques tu seguridad en El.
Feliz y seguro es aquel que dió su corazón a Dios. , ocasionalmente vas a quedar desconcertado con lo que la vida te da, de manera especial en el momento en que las cosas andan mal o en el momento en que tengas que padecer. No solo verás las cosas desde una visión humana, sino te arriesgarás a caer en la duda y la incredulidad. Tu amabilidad, todo tu esfuerzo espiritual, va a quedar en la nada.
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en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, de conformidad con mi evangelio. Por dado que del corazón van los malos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los latrocinios, los falsos testimonios, las blasfemias. No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Con candente deseo entregan todo, y expresan un interés entregado al valor del objeto que procuran. Tus facultades, tus talentos, tus cariños, todo tienes que consagrarle a fin de que logre obrar en ti el querer y el llevar a cabo su intención y te realice capaz para la vida eterna. los hijos de los que habían quedado en la tierra tras ellos, a los que los hijos de Israel no destruyeron completamente, logró Salomón tributarios hasta este día.
Pide pasos firmes, concretos; puesto que, de ordinario, los propósitos en general se utiliza para poco. Esos propósitos tan poco delineados me semejan ilusiones falaces, que procuran silenciar las llamadas divinas que percibe el corazón; fuegos fantasiosos, que no queman ni dan calor, y que desaparecen con exactamente la misma fugacidad con que han surgido. 2.- La Biblia es la Palabra de Dios inspirada divinamente y por ende, la unaica regla de nuestra fe y a la que debe ajustarse nuestra vida. 4.- La santificacion, como una sección miembro de la experiencia de la salvacion, es indispensable para poder ver a Dios y para vivir eternamente con El. 5.- El bautismo con el Espíritu Santo y fuego, concedido por el Señor Jesucristo, es una experiencia que se necesita para el avance de la vida divina en el fiel y para llenarla de poder. 6.- Consideramos que el Señor Jesucristo es el sanador de nuestros cuerpos mortales en el momento en que estamos enfermos.