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Respuestas sobre 1 Corintios 2 14

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1 corintios 2 14

Él llama la sabiduría que da (v. 7) la “sabiduría de Dios.” Pablo deseaba que su propia vida fuera una ilustración de lo que los Corintios querían estudiar. Ellos hacían alarde y llenándose de orgullo mutuamente.

Muchos cristianos aun piensan como el hombre natural, rechazando discernir las cosas espiritualmente. En el instante en que nuestra única preocupación es por “lo que marcha” o el “punto principal,” no estamos discerniendo espiritualmente, y nos encontramos pensando como hombre natural, aunque quizás seamos salvos. Pero el ahombre natural no bpercibe las cosas que son del Espíritu de Dios, pues para él son disparidad, y no las puede comprender, por visto que se deben cdiscernir espiritualmente. Pero el hombre animal no siente las cosas que son del Espíritu de Dios, por visto que le son disparidad; y no las puede entender, por el hecho de que se tienen que discernir espiritualmente.

Juan diez:20

La idea es que la persona espiritual es con la aptitud de evaluar cosas mundanas – cosas indiferentes o contrarias al Espíritu de Dios. La persona espiritual está bien pertrechada para ver el centro vacío de las actividades mundanas que asemejan interesantes por fuera. Está mejor pertrechada que la mayor parte para eludir personalmente la tentación, y asimismo está pertrechada para aconsejar a el resto sobre asuntos espirituales y también mundanos. Las conoce como personas sabias y de seguridad. Esto no significa que jamás cometan un fallo, pero sí quiere decir que discernirán mucho más que la mayoría – y que serán mucho más verdaderos y de confiar que la mayoría.

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Que hombre conoce las cosas del hombre sino más bien su espíritu que está en unidad en él, de la misma forma el Espíritu Santurrón que habita en unidad con el Padre puede entender la esencia de Dios que está en sí. Esto es, para que no deba su origen ni su continuación “a la sabiduría de hombres”. Solo a través de la afectación permanente de los oyentes por el poder de Dios para su transformación puede fundamentar nuestra fe y confianza en el Señor, puesto que asimismo hace mucho más fuerte sus cimientos para proseguir al Señor sin importar un mínimo las consecuencias. para que vuestra fe no esté establecida en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

“Pero Dios nos las descubrió a nosotros por el Espíritu; por dado que el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Por visto que ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? De este modo tampoco absolutamente nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Pero el hombre natural no siente las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son disparidad, y no las puede entender, pues se deben discernir espiritualmente. En cambio el espiritual evalúa todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

1 corintios 2 14

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Mientras para el Dios soberano su obra es satisfactorio, para el hombre desarrollado solamente es grato el fragancia de vida. ¿Quién puede agradarse con el fragancia de muerte? ¿Acaso no apestan los fallecidos en el instante en que comienzan su proceso de putrefacción? Y no solo hay que ver esto en el plano físico-químico de los efluvios manados, sino debemos recurrir al referente espiritual. Charlar de manera persuasiva es muy eficiente para captar la gente, pero no para convertirlas, pues esta última solo depende del poder de Dios en el Espíritu. En la segunda parte del verso, “pero él no es juzgado de completamente absolutamente nadie”, semeja ser Pablo manifiesta que los corintios no tienen la posibilidad de juzgarle, porque aún hacen sus juicios de conformidad con la sabiduría terrenal, según los cánones de este planeta.

Ellos no se habían dado cuenta que la cruz no es un espacio pasado de substitución sino un lugar presente de ejecución—por el orgullo y jactancia de ellos. Por consiguiente todo lo que Pablo afirma en el resto de los primeros 4 episodios está relacionado con la manera de vencer la insolencia. Empero el espiritual evalúa todas las cosas; mas él no es juzgado de absolutamente absolutamente nadie. “por dado que el Espíritu todo lo examina, aun lo profundo de Dios” (v. 10b). Como humanos, no tenemos la aptitud de ver dentro de las profundidades de Dios. Decir que nos suponemos capaces de conseguir los secretos divinos sería como un perro o un gato que cree comprender las profundidades de su amo humano.

De igual forma Pablo decidió no depender de su aptitud oratoria para proclamar los misterios de Dios. No discutió hasta llevar a cabo a los corintios opinar en Cristo. No empleó silogismos enrollados para arrastrar de ellos hacia la fe. No les fascinó con una voz profunda ni con gestos manipulativos.

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1 corintios 2 14

Dios ha elegido poner el tesoro de esta fragancia bella en ollas de barro, no en el de la fabricación de cerámica fina del hombre. ” Si seguimos mirando la cara de Jesús estamos siendo transformados en la semejanza de Dios en Cristo. Dios ha elegido para poner ese hermoso tesoro de la gloria de su felicidad salvadora a estas viejas vasijas frágiles, de arcilla agrietadas. La “gloria de Dios” se revela en la cara de Jesucristo. Todos y cada uno de los bendijo Dios, la majestad divina y los atributos de salvación son el objeto de nuestra adoración perpetua. Nuestro conocimiento de la gloria de Dios actúa en Cristo. “El resplandor único y verdadero de la gloria divina es de la faz de Cristo”, redacta Henry Alford.” En la cara o en la persona de Jesucristo, la gloria de Dios brilla con claridad, y la Divinidad apareció sin velo”, afirma Albert Barnes.

La iglesia y el leal son infalibles y asimismo impecables, solo en proporción al nivel en que sean guiados por el Espíritu. lo que también hablamos, no con expresiones enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Los secretos de la revelación están velados para muchos, no pues aquellos que los conocen no quieran revelarlos, sino más bien por el hecho de que esos que los escuchan no tienen la intención, o el poder, para comprenderlos. Esto prueba la personalidad y la divinidad del Espíritu Santurrón. La divinidad no puede ser separada del Espíritu de Dios, así como la raza humana no puede ser separada del espíritu del hombre.

  • es decir, el Espíritu enserio, a quien el planeta no puede recibir, ya que ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis pues mora con vosotros y estará en nosotros.
  • “En cambio el espiritual juzga todas y cada una de las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

1 corintios 2 14