Por qué Todo el planeta Habla con franqueza sobre Efesios 6 diez 20

efesios 6 diez 20

Quisiese recibir un devocional en diferentes ocasiones .gracias desde Guarico san Juan de los morros Venezuela. y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. El cinturón militar de la ciudad de roma estaba confeccionado en cuero y adornado con protecciones inguinales decoradas con diferentes géneros de hebillas, plaquitas metálicas y tachones, comunmente de bronce o hierro, a veces dorados. Era una prenda llamativa y los soldados lo usaban con orgullo asimismo en horas de licencia o fuera de servicio. Además tenemos la posibilidad de estudiar de esta ilustración que la realidad del evangelio es tan atractiva que deberíamos exhibirla tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz.

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Cristo:

Pues a Satanás le chifla trabajar en nuestras relaciones, es ahí donde encuentra su tierra mas fértil. Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La felicidad sea con todos y cada uno de los que adoran a nuestro Señor Jesucristo con amor inmutable. Nos podemos imaginar a Pablo pidiendo múltiples cosas, como alivio de sus cárceles y otras comodidades. Pero su corazón y cabeza están fijas en su compromiso como embajador del evangelio. Entre las armas mucho más efectivas de Satanás en oposición a nosotros es el desánimo.

El empieza con “Padre Nuestro” y no con “Padre mío.” Nosotras oramos como una parte de la gran familia de Dios. JESUS CONTO esta historia para enseñarnos “de que debemos orar, y no ofrecernos por vencidas.” Aunque Dios no es como ese juez injusto y altanero, El nos dice que debemos de ser persistentes, como la viuda. Dios jamás se cansa de nuestras peticiones, aun en el momento en que nos parezca, que no nos está escuchando. Por eso Jesús contó la parábola del juez injusto. Una viuda le solicitaba justicia al juez, en todo momento, pero él no le hacía caso. La viuda tanto agotó su paciencia, que para finalizar, este dictó un fallo en su favor, pues se encontraba sencillamente fatigado de los ruegos permanentes de la viuda.

La fe es la armadura que la defensa contra los ataques de Satanás. Según la biblia, la fe es la constancia de las cosas que se aguardan y la comprobación de los hechos que no se aprecian. Existen fe que tienen por opinar lo que conocen pero, también hay fe que simplemente lo suponemos.

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Nuestro Señor, nuestro salvador, nuestro redentor tiene todo el poder sobre nuestro enemigo. Y lo que Pablo aborda en los capítulos 1 al 3 de Efesios es el hacernos ver lo que tenemos en Cristo al formar parte a él. Y en los episodios 3 al 6 nos charla de la parte práctica que supone esa situación. Confirmaba yo que me agradan bastante los relatos épicos. Los cuentos de aventuras de caballeros de peleas.

Estos asaltos contra el espíritu, causados por Satanás y sus fuerzas maléficas, tienen la oportunidad de presentarse como duda frente a la fe, tentación frente al pecado, o sentir que no eres tan bueno para se porta voz de la Palabra de Dios. Un corazón en oración y unos ojos observadores jamás van a ser tomados por sorpresa por los exploradores del reino de Satanás. Daniel rezaba tres veces cada día, y pese a la trampa esmeradamente puesta por sus contendientes, triunfó.

Esto quiere decir, si consideramos que Jesús es nuestro salvador si bien nosotros nos hallemos con problemas en la iglesia, en el hogar o etc. Siempre y en todo momento disponemos inconvenientes por el hecho de que Satanás nos ataca con dardos de fuego. Quiere decir que esto no es una pequeña riña sino que es una batalla grande. El arma que apaga el fuego del dardo es la fe. Pablo nos charla sobre las armas que debemos utilizar para batallar con la maldad.

El había reclutado y entrenado a un ejército de hombres, dándoles escudos de defensa y espadas de combate. Los bordes de estos escudos eran construidos, de tal manera, que la línea entera de soldados podía entrelazar los escudos, y marchar contra el enemigo como una gran muralla. Nosotras, las cristianas tampoco nos encontramos solas en la batalla. Satanás nos ha proclamado la guerra, pero tú y yo somos embajadoras de paz, y por ende, llevamos el evangelio de paz, a donde hayamos ido.

Frente a un enemigo tan malvado, tan astuto y tan poderoso , que atacará con mentiras, engaños y tentaciones, es requisito y escencial vestirnos con toda, y no una sección, la armadura de Dios, la que ÉL mismo provee a Su Iglesia. Todo lo que tenemos en el Cielo fué comprado en la Cruz del suplicio a precio de sangre, ahora debemos vivir como ciudadanos celestiales en este mundo. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes.

Nos alienta a dudar del poder, el cariño o la amabilidad de Dios. Al ejercitar nuestra fe y afirmarnos en lo que entendemos sobre Dios y su obra en nosotros, esos ataques pierden su efectividad y avanzamos en nuestro caminar con Jesús. Con el escudo de la fe podemos apagar todas las flechas que nos dispara el maligno. El ataque del demonio puede venir de cualquier sitio, por eso es fundamental estar alarma para lograr poner el escudo en el lugar preciso y protegernos.

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