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Por visto que no comprendemos qué debemos soliciar en el momento en que oramos; sin embargo, el Espíritu mismo intercede con gemidos intraducibles en palabras. Igulmente, el Espíritu viene en asistencia de nuestra flaqueza, por dado que no sabemos lo que es de nuestra conveniencia, pero exactamente el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inenarrables. De esa forma el Espíritu nos viene a socorrer en nuestra debilidad.
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Romanos 8:26 Reina Valera 1960
De la misma forma, el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad, en tanto que no comprendemos qué es de nuestra conveniencia pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. De la misma forma, el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad, ya qué debemos pedir como resulta conveniente, no lo comprendemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Por visto que no comprendemos soliciar lo que resulta conveniente, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Él escucha nuestros gemidos y nos ayuda en nuestra debilidad. No entendemos lo que es de nuestra conveniencia soliciar, pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inexpresables. De la misma forma, el Espíritu Santurrón nos asiste a sobrepasar nuestra humana debilidad; pues ni siquiera sabemos qué debemos soliciar ni de qué forma pedirlo, y es el Espíritu Santo el que ora por nosotros con gemidos que no tienen la posibilidad de expresarse con palabras. Y asimismo también el Rúax jaQodesh asistencia nuestra flaqueza; por el hecho de que que hemos en daven soliciar como es recomendable, no lo sabemos; sino exactamente el mismo Rúax jaQodesh solicita por nosotros con gemidos indecibles. Por servirnos de un caso de muestra, en el momento en que no entendemos qué solicitarle a Dios, el Espíritu mismo le pide a Dios por nosotros.
Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, pues el Espíritu intercede por los fieles de conformidad con la intención de Dios. Y además asimismo el Espíritu a una asistencia nuestra flaqueza; ya que no sabemos lo que debemos pedir como es conveniente; mas el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y además asimismo el Espíritu nos asistencia en nuestra flaqueza; ya que rezar como es recomendable, no lo entendemos; sino que exactamente el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles. De la misma forma, el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad. Por visto que no comprendemos rezar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con expresiones. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué el Espíritu quiere decir, ya que el Espíritu suplica, conforme a la intención de Dios, por los del pueblo santo.
exactamente los versos precedentes son los que dan la contestación. No nos preocupamos por nuestras debilidades, porque estas son las que nos llevan a depender del Espíritu Santurrón y experimentar su asistencia. Pues además, los que nos encontramos en esta tienda, gemimos estresados, ya que no disponemos ganas ser desvestidos, sino más bien vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
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Y en mí languidece mi espíritu; mi corazón está consternado dentro de mí. El SEÑOR ha escuchado mi súplica; el SEÑOR recibe mi oración. En el momento en que me enfermo, y estoy distraída o en alguna forma incapaz de rezar, el Espíritu Santurrón, mucho más intimo que mi ser, se contacta contigo, y ora por mí “con gemidos inefables”. Escoge la agilidad con que se reemplazan las etapas de la oración día tras día. Entonces, Dios hace que nosotros debamos rezar a Él, a fin de que no debemos olvidar que dependemos completamente de Él, para vivir, despertarnos, trabajar, comer, tomar, estimar, ser fieles, etcétera. Oramos pues esa fue la forma que Dios estableció para humillarnos y hacernos totalmente dependientes de Él, a fin de que Él se lleve la gloria de todo cuanto hacemos.
De la misma forma el espíritu asimismo acude con asistencia para nuestra debilidad; por el hecho de que el lo que debemos soliciar en oración como necesitamos llevarlo a cabo no lo comprendemos, pero el espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados. 26Además, el Espíritu Santurrón nos ayuda en nuestra debilidad. Por poner un ejemplo, nosotros no comprendemos qué desea Dios que le solicitemos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no tienen la oportunidad de expresarse con expresiones.
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- Es la insatisfacción con la presente experiencia de su vida, y un descontento con la poca hondura de su experiencia cristiana de el día de hoy, y un apetito de sobra rica comunión con Dios que ha nacido del Espíritu en su interior.
- La Iglesia no aceptó esta doctrina pues la Biblia mencione a la Trinidad.
Jesús es nuestro ejemplo perfecto de la oración en el Espíritu. 37Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer a través de aquel que nos amó. ¿Es esto solamente de interés académico, o hace alguna diferencia? Creo que hace una diferencia que, si bien sutil, es bastante esencial. A menudo citamos este versículo cuando queremos animar a alguien que sufre. Cuando le decimos que “todas y cada una de las cosas les asisten á bien,” fallamos en aclarar que Dios es el que tiene el poder de llevar a cabo bien del mal – el que convierte los Viernes Santurrones en Pascuas.
De todo lo que hemos venido hablando del Espíritu Santurrón, podemos consultar otra diferencia entre el cristianismo y el resto de las religiones. El cristianismo cree en la presencia de un solo Dios, y que hay tres divinas personas, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santurrón. La Iglesia no aceptó esta doctrina porque la Biblia mencione a la Trinidad. De hecho, en la Biblia nunca se relata ni siquiera esa palabra. La razón es pues la Biblia claramente expresa que existe únicamente un Dios, pero revela además de esto a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santurrón. Esa es la verdad bíblica, y nos encontramos bajo la compromiso de tomarla como una verdad, y tener clarísimo que debido a nuestra mente finita no podemos comprender algunas cosas de Dios.
Romanos 8:38 “Por lo que estoy seguro de que ni la desaparición, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,”
— Católico y de Fe en Dios (@cristianoydefe) April 19, 2021
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El Espíritu le charla a Dios mediante gemidos inviábles de expresar con expresiones. De la misma forma, el mismo Espíritu viene en asistencia de nuestra debilidad ya que no entendemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. Y además de esto asimismo el Espíritu ayuda en nuestra flaqueza; pues qué debemos soliciar como es conveniente, no lo sabemos; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no se pueden expresar. Y asimismo además el Espíritu asistencia nuestra flaqueza; pues rezar como resulta favorable, no entendemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles. Y además, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; pues de qué forma debiésemos rezar, no lo comprendemos; pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles. De esta manera, asimismo el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.
