reflexiones del genio lucas escritas
Son historias que podrían ser novelas cortas, “short-stories” que albergan una memoria lúcida, crecida, muy de america hablada en español, muy mestiza elaborada en sus tiempos en los estados Unidos. Son cuentos, cuentos, brevedades no tan breves de las décadas de los 60 y 70. Renato Rodríguez es un viaje, muchas referencias ancladas en la imaginación. Pero el imaginario de nuestro narrador se multiplica en la medida en que sus lecturas forman parte de sus libros.
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Me dirigía a cerrar mi ventana sin poder evitar el saludo del armero de enfrente, que con el motivo de bajar sus toldos, salía todos y cada uno de los días después del almuerzo a fumarse un cigarro enfrente de su puerta y saludar a los transeúntes que, en ocasiones, se detenían a charlar. A la cabecera de la cama de armazón de cobre y sin adorno, en las paredes desvistes de estas higiénicas habitaciones, algunas visualizaciones de piezas maestras. Juzgándola según con los principios de esta estética, mi habitación no era bella en lo más mínimo, ya que estaba llena de elementos que no podían ser útil para nada y disimulaba púdicamente, hasta transformar su empleo en algo excepcionalmente bien difícil, los que servían para algo. Pero eran exactamente esos elementos que no estaban en función con mi comodidad, sino considerablemente más bien parecían haber llegado allí por su capricho, los que hacían que mi habitación me pareciera hermosa.
El capítulo 5 del Génesis comienza con la afirmación, Éste es el libro del Toledoth de Adán, traduciéndose comunmente el término Toledoth como generaciones, pero su concepto considerablemente más exacto es registro histórico o genealógico. En verdad, durante milenios, han subsistido versiones parciales de un libro que se conoció como el libro de Adán y Eva en armenio, eslavo, siriaco y etiope y el libro de Henoc, que tiene dentro extractos que, según los expertos, pertenecieron a un libro sensiblemente más viejo, el libro de Noé. Una implicación en el mundo entero e en todo el mundo fue el ejemplo que se cuenta habitualmente sobre el gran número de libros perdidos es el de la conocida biblioteca de Alejandría, en Egipto. Establecida por el general Tolomeo tras la desaparición de Alejandro en el 323 A.C.
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Y en el horizonte desvaído, los truenos de las próximos lluvias. En los cerros próximos, el clamor por una exclusiva dicción diaria. Letra fallecida es la vieja consigna colonial, el áspero desafío a los nativos, desmembrados por las sílabas de aquellas supones con barba. Debía ver con gramáticas amalgamadas con la flora y la fauna de una tierra ignota. El calor y las aguas arrastran las epidemias ante los ojos afiebrados de los recién llegados.
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Fuimos personajes principales y ahora mismo más con estos nombres que nos acercan a la pequeña historia, a la fábula universal, al destino de los que quedaron marcados por el tiempo, de los que forman parte de diccionarios y libros de artículo. Fábulas de carne y huesos viste el viejo esqueleto del olvido. Nos hace en la medida en que ambulamos por sus páginas y sentimos que su autor ya no es dueño de ellas.
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Es la intervención de Enki quien salva al héroe o cuando menos levantada su estela para que Gilgamesh pueda charlar. El rechaza los adelantos de Inanna, conque ella manda al “toro del cielo” para que arrase a toda la ciudad de Erech en recompensa por su acción. Con lugares para que Lahar tome precaución de los animales y para que Ashnan lleve a cabo medrar las cosechas.
- Los que hicieron eso sabían por adelantado que con ellos no moría la desaparición, empezaba.
- Los “ojos fríos de muerte” eran también la mirada de las esculturas donde reposaba el delito del “padrecito” Josif Stalin.
En él le confiesa haberse encontrado en un sueño con una chavala de su gusto. Eso ocurrió en el Monte Everest, durante una excursión sólo viable en un acontecimiento onírico. Jorge le cuenta a Felipe todas las incidencias de la bajada del monte en trineo. Fue tanta le agilidad que se le borró una parte de la cara. Horas después, en el momento en que salió del sueño, se halló con Carmen, así lleva por nombre la joven, en el centro.
En Inglaterra, Edward Gibbon escribe su monumental Historia del Ocaso y Caída del Imperio de roma ( ), donde hace de la precisión un aspecto primordial del trabajo del historiador. Las primeras proyectos de historia de América, desde las relaciones del mismo Cristóbal Colón, su hijo Hernando y otros muchos descubridores y conquistadores como Hernán Cortés o Bernal Díaz del Castillo (Historia Auténtica de la Conquista de la Novedosa España), tienen un claro carácter justificativo. La visión de los indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueados y destruidos, fue posible por algunos casos inusuales, como el inca Felipe Guamán Poma de Ayala.
¿Recorrían estas ideas “todo lo antes dicho” hasta transformarse en la primera obra o en este momento el poema había elaborado en el poeta su tiempo y memoria para colocarlo frente a los ojos de quien el día de hoy lo lee? Allí está el poema, pleno, vivo, angustiado, mucho más como un ser vivo que como el aparato que definiese Octavio Paz. La crónica de Satoru Nakata (episodios pares), un hombre de 60 años, pasó por la experiencia de un coma colectivo, luego del cual perdió la capacidad lectora y el intelecto. En su travesía se tropieza con un personaje paradigmático, Jhonny Walken (alusión al personaje del whisky, pero con una letra trastocada). Walken, personaje sin corazón y criminal, experto en matar gatos, es ejecutado por Nakata, quien representa al padre de Tamura (por transferencia se cumple la profecía).
Comienza el creador por dedicarle su obra a un gentío, introduciendo a la Virgen del Valle y a su divino descendiente, Jesús, “ejemplo de bondad y sacrificio…Y de esta manera a su pueblo de Altagracia o Los Hatos, a su familia, bastante abundante, digo yo, prácticamente incluido. A los panas de su generación, a Mónica Cristina y a los que leen. Después aparece en escena Gregorio Salazar Marval, con una escritura inigualable y también inteligente. Debo confesar que me he reído en silencio, con la voz hacia adentro.
