el que cree en mi aunque este muerto vivira
Que los frutos de conversión de esta cuaresma nos hagan comprender que hay que fallecer para vivir, que hay que fallecer con Cristo para resucitar con Él. Dejemos que la luz del evangelio ilumine nuestras vidas. Veámonos como Lázaro, Marta y María, los amigos de Jesús; hagámosle comprender nuestras metas, dejemos que nos recuerde que cuanto vivimos, si lo vivimos en la fe. es ocasión para que se manifieste la gloria y la clemencia de Dios. Solo los egoístas y los que no tienen idea o no quieren querer no lloran por el hecho de que opínan únicamente en sí mismos y son indiferentes al padecimiento extraño.
Le ha dicho Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mi aunque este fallecido va a vivir. Y todo el que que vive y cree en mí, no va a morir eternamente. ¿Crees esto? Juan 11:25-26
— Águilas de Dios (@AguilassdeDios) April 20, 2021
Y Pues Él vive, también nosotros vamos a vivir. Y aunque Marta dice a Jesús que cuanto pida a Dios se lo concederá, no cree en la resurrección de su hermano. Prueba es que, cuando Cristo se lo afirma, ella piensa, con desconsuelo, en la resurrección final, de conformidad con la creencia ortodoxa de Israel. La fe en la resurrección de los muertos era creencia universal en la ortodoxia de Israel. Pero no sabían que el Mesías fuera el agente de esta resurrección. La resurrección de Cristo es el hecho más esencial registrado en la historia.
Jesús Es La Resurrección Y La Vida
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“Señor, sé que Lázaro resucitará en el último día.” Pero Cristo desea que le trate como la resurrección de el día de hoy! Tendemos a pensar que sus promesas son un largo camino mucho más adelante lejano. Cuán trágico es que nos fijamos en la Palabra de Dios a través del extremista equivocado del telescopio. No niegue la bendición presente gracias a la falta de fe. La última chispa de la vida celestial se fue de la naturaleza humana. Estamos muertos en nuestros delitos y errores, y es vano buscar la vida entre los fallecidos.
La carencia de esa fe plena genera una ceguera que inhabilita para poder ver la gloria de Dios en todos y cada uno de los instantes transcendentes y asimismo intranscendentes de nuestra vida. En múltiples sentidos, este está dentro de los estos mucho más duros de Jesús que están en la Biblia. Si Cristo es la vida, ¿por qué razón entonces Sus fieles hallan la desaparición física? La tensión se soluciona en que la vida que Jesús da llega cuando nuestros corazones son regenerados por el Espíritu Santurrón. Esta novedosa vida espiritual no es destruida por la desaparición física, sino continúa alén del sepulcro y se va a aplicar físicamente en el último día. Precisamente la misma resurrección física de Cristo es la garantía de la resurrección física que seguimos esperando, y nos afirma que la desaparición física será finalmente destruida a Su regreso.
La escritura nos charla de 2 géneros de muerte la “física” y la “espiritual”. La primera es la separación del espíritu del cuerpo, y la segunda es la separación del espíritu de DIOS como resultado del pecado. En este contexto JESÚS esta consolando a Marta de la muerte de su hermano Lázaro. Consecuentemente las expresiones “Vida” y “muerte” se refieren a esta ocasión en particular. Elucubrar que esto tiene relación a una vida en un futuro escatológico es atentar contra la gramática y el contexto.
el que cree en mi si bien este fallecido vivira
La resurrección es la piedra angular de la fe cristiana; ya que Cristo resucitó de la desaparición, podemos tener fe de que también seremos resucitados. “No hay nada digno de nombrarse vida, excepto que lo que viene a un corazón sumiso y relajado derecho al voto a través de la fe en Jesucristo.” Experimentamos la muerte interior, como la soledad, la amargura, el vacío, la desesperación, la depresión, el aburrimiento, el odio, el orgullo, la maldad, el resentimiento, temperamento violento, ansiedad, culpa, deseo, miedo, desesperación, etc. ¿De qué manera tenemos la posibilidad de superarlo ? Que Poseemos la vida de resurrección, ahora mismo y en la eternidad.
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Lázaro había estado fallecido cuatro días y sus hermanas estaban irritantes. “¿Por qué razón no vino Jesús en el momento en que se le mandó a decir?” “¿Por qué se ha retrasado?” Podría haber sido simple a fin de que Jesús viniese a Lázaro en su instante de la patología. No se imaginan que tenga el poder de la resurrección. Daría la sensación de que en el fondo de la observación hubiese un reproche por la tardanza de Jesús en llegar. En el momento en que Jesús llegó a Betania, hacía en este momento “4 días que Lázaro había fallecido.” El entierro se acostumbraba a hacer el mismo día de la desaparición. Pero no sería preciso suponer 4 días completos de su muerte, ya que los rabíes computaban por un día entero el día comenzado.
María es una mujer creyente, modelo de acólito. Ella cree en la medida en que Jesús es el Mesías el Hijo de Dios y que su hermano participará de la resurrección del último día, pero le falta todavía madurar su fe, no acepta la desaparición de su hermano y duda en el instante en que Jesús ordena que se abra el sepulcro de Lázaro. Tomando presente estas diferencias, los investigadores apuntan que en todos y cada relato hablamos de una época diferente de la fe. La Samaritana ilustra la etapa inicial de una fe que va madurando en la relación con el Señor; el ciego de nacimiento ilustra la fe que se hace profunda tras la prueba y la resurrección de Lázaro ejemplariza la fe que se hace profunda por el hecho de que encara la desaparición.
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Si voy a vivir para Dios, tengo que tener a Cristo, y si deseo seguir en mi vida a Dios tengo que continuar en Cristo. Cualquier cosa alén del círculo de Cristo es la muerte. “Usted está muerto, y vuestra vida está esconde con Cristo en Dios”, escribió el apóstol Pablo. Sin embargo, en el pensamiento de este evangelio, el contenido es, indudablemente, mayor. Esa resurrección de Lázaro, ocasionada por ser Cristo “la resurrección,” si va a ser física, esta misma resurrección está enlazada a la fe en Cristo, que da “vida” sobrehumano, la cual trae aneja la resurrección, aquí espectacularmente adelantada.
, no lo sea en lo más mínimo; y que Jesús asimismo sea la vida, significa que la calidad de vida que nos imparte aquí y en este momento a los que en él creen, jamás cesa. Además de esto, la declaración de Jesús afirmando ser la resurrección y la vida implicaba sensiblemente mucho más. Jesús no se encontraba solo limitando sus expresiones en concepto de la vida física.