el publicano y el fariseo
Se convertían en tanto que en colaboradores del Imperio y los judíos los consideraban traidores y los excluían de su vida habitual. Es atrayente que la parábola describa al publicano yendo al Templo a rezar, en tanto que estaban excluidos de la vida religiosa y los sitios sagrados. Reflexión sobre la parábola del fariseo y el publicano del evangelista Lucas. Afirma la Biblia que dos hombres subieron a orar en el Templo, uno era fariseo y el otro era publicano. El fariseo era un hombre muy respetado en esa temporada, era entre aquéllos que mucho más sabía sobre la interpretación de la Ley.
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Lucas 18:13 Dios, Sé Propicio Á Mí Pecador
El fariseo y el publicano, un fresco barroco encontrado en la Abadía de Ottobeuren. La parábola que muestra Jesús, nos presenta 2 posiciones opuestas del hombre en frente de Dios, una es simbolizada por el fariseo, “la soberbia”. El relato describe “El fariseo, de pie”, la oración parado era algo normal. Si analizamos lo que reza, observamos que no ora, sino más bien cuenta sus necedades, pues solo lo que refiere, aunque fuese verdad, no evitaba el orgullo.
📖 #EvangelioDelDía Lc 18, 9-14.
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— Trianero Cofrade (@Trianero_cofrad) March 13, 2021
Por eso cuando pasa cerca de una mujer hermosa no la mira, para no mancharse, de manera que cae en el hoyo o se da contra la pared. Este es el fariseo que no goza, ni deja disfrutar a los demás, que transforma la religión es un pesar incesante, en una opresión y ceguera. Dios nos dió los ojos para cerrarlos en el instante en que algo positivo pasa frente nosotros. Pero exactamente la misma evolución del judaísmo y su trayectoria religiosa les llevó a constituirse como fraternidades piadosas de separados , que ponen de relieve la exigencia de pureza del judaísmo.
Sin embargo, Dios deja semejantes sacrificios de substitución – sacrificios de animales – un cordero que muere en lugar de un pecador – se puede abonar el valor del pecado y de esta manera remover del pecador el peso del pecado. Dios trasfiere el pecado al cordero, de esta manera limpiando al pecador y realizando posible que se muestre en presencia de Dios. Sería una lástima si concluyéramos el estudio de esta parábola agradeciéndole a Dios que no somos como el fariseo – si la honráramos copiando la confianza y actitud menospreciante del fariseo. El fariseo es muy cumplidor de la Ley, lo sabe y lo alardea; aun exagera. El ayuno era obligación una vez al año, en la celebración de la “Expiación” y quizá también en el aniversario de la “dedicación” del Templo.
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— Archisevilla Siempre Adelante (@SAdelanteAS) March 13, 2021
Una actitud irreal en frente de la vida, impide siempre la transformación de la vida misma y de las condiciones de existencia. Para argumentar el sentido y significación de lo oración hemos escogido el fragmento del “Buen ladrón” (23, 39-43). Para comentar la actitud de la humildad leeremos la narración del “Fariseo y el Publicano” (18, 9-14).
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El análisis de las parábolas de Jesús siempre y en todo instante deja profundas enseñanzas espirituales a sus lectores. Y aquella que contrasta la actitud que enseñaron el fariseo y el publicano al rezar en el templo no es la excepción. Es quizás entre las parábolas más recomendadas en el campo cristiano, para educar sobre la humildad y la adecuada actitud y devoción que los hombres tienen que tener hacia Dios. La parábola de el día de hoy condena la presunción de quien va al templo para la oración y se cree justo. Es importante la humildad para rezar al Padre que está en los cielos.
La pura insistencia en la oración, no basta para que sea respondida. Al final Jesús, pronuncia una sentencia sobre la actitud de soberbia del fariseo y la humilde del publicano. El fariseo, llenos de si, se vuelve vacío de Dios, el publicano, vacío de sí y se ve envuelto por el cariño y la clemencia de Dios.
Los seguidores al pensamiento apocalíptico pensaban que debían convencer a Dios -a través de una vida de dura ascética-, para que se dignara intervenir enviando un salvador e instituyendo su reino. Ellos mismos se creían personas particulares, los únicos capaces de influir en el ánimo de Dios y convencerle para una actuación instantánea y definitiva. La misericordia se transforma en curación en el milagro de los diez leprosos (17, 11-19); y deviene perdón en la perícopa de Zaqueo (19, 1-10).¿ Dónde tenemos la posibilidad de hallarnos, en nuestra vida, con el Señor de la clemencia ? Con toda seguridad Dios nos habla en cualquier hecho de nuestra vida por fácil y pequeño que sea.
Se les expulsaba de los ambientes judíos y de la relación con el culto. No les estaba permitido formar parte en la liturgia sinagogal, ni en las fiestas religiosas de la fe israelita. La Palestina que conoció Jesús estaba doblegada al dominio de roma.
Semeja que el fariseo está haciendo los 2 – poniéndose en pie solo y orando a si mismo. El fariseo se pone parado solo, distanciándose a si mismo de sus inferiores. Su propósito por ponerse parado solo puede ser llamar la atención a su estatus superior, o puede ser para separarse de aquéllos, ingresando a este publicano, que logren rendirle inmundo con su contacto (K. Bailey, 148).
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