cielos nuevos y tierra novedosa
En este momento, la primera cosa que él afirma es que Dios va a enjugar o va a adecentar toda lagrima, de los ojos de ellos. Algunas personas afirmaron, ‘Bueno, lo que eso significa es que usted llegará al cielo y va a comenzar a plañir por todas partes y el Señor va a venir y va a adecentar sus lágrimas.’ No, eso no es lo que significa. No significa que vamos a llegar llorando, ¿apoyado en que vamos a llegar llorando?
Aunque la raza humana se ha apartado en buena medida del verdadero Dios, el Constructor, el pueblo tuvo respeto por las influencias religiosas en sus temas. En ciertos casos se ha ejercido a través de varios géneros de dioses y en otros los gobiernos civiles fueron establecidos como elementos de veneración y adoración. Desde ese instante han explotado innumerables guerras, enormes y pequeñas, por toda la tierra. A esto se reúne la creciente decadencia ética del mundo, el extremismo espiritual, el caos político, las incertidumbres económicas y la siempre presente amenaza de una guerra nuclear. La humanidad está aguzando su talento para arreglar estos problemas.
El Reino De Dios Jamás Dejará De Crecer
Los términos de santa y novedosa distinguen a la ciudad. Por visto que es santa y novedosa, es diferente de cualquier localidad terrenal. El nombre de Jerusalén le da continuidad con la tierra, especialmente con el lugar de nuestra redención.
El muro está sobre doce cimientos que, según el versículo 14, llevan los nombres de los 12 apóstoles. Estos sucesos, por sí mismos, prueban exactamente que aquellos“nuevos cielos y novedosa tierra”no son exactamente los mismos prometidos en el Nuevo Testamento. En este nuevo estado de vida, los sufrimientos y vicisitudes de la vida en la tierra presente van a desaparecer por completo; no va a haber ni solo una lágrima, ni razón alguna para lamentarse ni dolerse por nada.
La Novedosa Jerusalén
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Se han reducido a escombros enormes porciones de numerosos países durante las guerras, las revoluciones y el terrorismo que han plagado al mundo a lo largo de este desarrollo. Bastante más importante, sin embargo, fué el derretimiento de los elementos sociales, políticos, religiosos y morales que desde hace tiempo se vieron como medida de estabilidad. Las ciudades y pueblos fueron reconstruidos, pero los sacrificios para volver a poner otros elementos de este orden mundial han fracasado. La referencia de Pedro a los elementos de los cielos y de la tierra, sin embargo, es mucho más comprensiva. Es este aspecto de toda civilización, u orden mundial, lo que está simbolizado en la Biblia por los cielos, al paso que la tierra representa una sociedad estructurada que está aproximadamente sosten a semejantes cielos simbólicos. Es esta combinación la que Pedro detalla como un “mundo”, o kosmos, como dicen en heleno.
cielos nuevos y tierra nueva
Esas personas aplastadas por su falta de satisfacción y aislamiento de Dios en la sepa de agua espiritual, y aquellas personas que ejercen fe en el Señor Jesucristo. Ustedes tienen ámbas cosas que nos prosiguen a lo largo del Nuevo Testamento, arrepentimiento del pecado, un volverse del desierto espiritual y fe ejercida en el Señor Jesucristo. Eso es la primera cosa, el cielo le forma parte a gente que reconoce su necesidad. El cielo le pertenece a gente que sabe que sus ánimas están partidas y secas por el pecado, y secas hasta el hueso, y que saben que lo que logren tener, no posee lo que necesita.
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Este es el lugar donde habitan todos y cada uno de los fieles para siempre. En este momento, Pedro está diciendo, ‘el sistema de hoy del mundo, desde el diluvio, va a ser destruido. Una tormenta de fuego venidera espera a este sistema, la materia dejará de existir, todo movimiento se detendrá y únicamente la energía divina continuará. Incluirá la destrucción de los hombres impíos, por supuesto los piadosos no son destrozados, son llevados a la gloria. Y después en el versículo 8 él dice, que un día como el Señor es como mil años, y mil años como un día. Y eso, a propósito, es tomado por Pedro, del Salmo 90, versículo 4.
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Juan entonces, reitera los cambios que describen una vida que es diferente de forma tan dramática, al repetirnos una serie de negativos. Primeramente, señalamos que el vio el aspecto del nuevo cielo y la novedosa tierra, en el versículo 1. Pues el primer cielo y la primera tierra pasaron y el mal por el momento no existía mucho más. Ahora mismo, recuerde acorde el capítulo abre, todos y cada uno de los pecadores de todas las temporadas por el momento no están, de momento no están.
En general, todos los materiales de la zona son abiertos y dejan el paso de la luz sin inconvenientes. En la descripción que prosigue en Apocalipsis 21 se declara que la novedosa Jerusalén tiene «la gloria de Dios»; la localidad es refulgente con un «fulgor semejante al de una piedra preciosísima como piedra de jaspe, abierta como el cristal» (y. 11). Si bien el jaspe tiende a ser el nombre de piedras de diversos colores, y son opacos, la piedra con la que se equipara es bella y clara como el cristal. Debe existir dado una impresión de increíble hermosura y brillantez.
Y él, curó a todos los que estaban enfermos, y después en el versículo 17, a fin de que él cumpliera lo que fue hablado por Isaías, “él mismo llevó nuestros dolores, y llevó nuestras nosologías.” Y eso es exactamente lo que él hizo en la cruz. Solamente que, sencillamente, no reconoceremos eso hasta el momento en que lleguemos al cielo, pero Jesús murió por nuestras anomalías de la salud y algún día todas y cada una se terminarán. Usted tiene la oportunidad de regresar al libro de Apocalipsis, el nuevo cielo y la tierra novedosa que Pedro vio, es precisamente aquello que Juan ve, en su visión aquí, en los últimos 2 episodios de Apocalipsis. Aquí encontramos entonces, la mejor descripción del rincón en donde van a vivir eternamente los beatos. Recuerde ahora mismo, que los impíos ahora han sido lanzados al lago de fuego, de momento no están en el ámbito, y este es el lugar donde habitan los que tienen piedad, Dios, Cristo, el Espíritu Santurrón, los ángeles santurrones y los redimidos.
Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra novedosa, en los cuales mora la justicia. Por lo que, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
2 Pedro 3:13-14
— Evangelista, Profeta, Pastor Esteban Mendez (@ReinoCelestial7) July 29, 2020