La Verídica Narración acerca de Caleb En La Biblia que los expertos no quieren que usted conozca

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47Pero como este territorio no les alcanzaba, fueron los de la tribu de Dan a agredir la localidad de Lésem, y tomaron posesión de ella tras matar a todos los que vivían allí. Y de esta manera se quedaron a vivir en esa ciudad, y le cambiaron el nombre, llamándola Dan en honor de su antepasado. 34Por el oeste, la frontera iba por Aznot-tabor, y después por Hucoc, de modo que por el lado sur colindaba con el territorio de la tribu de Zabulón, y por el oeste con el territorio de la tribu de Aser. Por el este, el territorio de la tribu de Neftalí llegaba hasta el río Jordán.

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Él La Va a ver, Y A Él Le Voy A Ofrecer La Tierra Que Pisó, Y A Sus Hijos; Pues Prosiguió Fielmente A Jehová Deuteronomio 1:36

41Y todas y cada una de las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron 40 y ocho ciudades con sus ejidos. 40Todas las ciudades de los hijos de Merari por sus familias, que quitaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes 12 ciudades. 32Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Hamot-dor con sus ejidos y Cartán con sus ejidos; tres ciudades. 26Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos. 7Los hijos de Merari según sus familias obtuvieron de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, doce ciudades. 6Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán, trece ciudades.

Por esta desobediencia Dios los obligó a deambular por el desierto durante 40 años antes de dejarles ingresar en Canaán y conquistarla como su hogar. Para finalizar cooperó con Josué en el reparto de las tierras que corresponderían a cada tribu. Se encargó de consagrar las piedras conmemorativas en el Jordán y estuvo siempre y en todo instante que se encuentra en todos los actos religiosos de las guerras con Jericó, Ay y los Reyes del sur. Durante el Éxodo en el campamento hebreo, varios de los israelitas fueron descubiertos uniéndose con mujeres moabitas y cananeas.

En suma eran diecinueve ciudades con sus aldeas vecinas. 22La frontera llegaba a Tabor, Sahasimá y Bet-semes, y acababa en el río Jordán; en suma, dieciséis ciudades con sus aldeas. 8más las aldeas que había hasta Baalat-beer, que es la localidad de Ramat, en el Négueb. Estas son las tierras que les tocaron a los clanes de Simeón. 9Aquellos hombres fueron y recorrieron toda la región, dividieron las ciudades en siete conjuntos y lo pusieron todo por escrito.

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Estas raíces son muy complejas y la tarea de descubrirlas resulta durísima. Sea o no histórica la conquista, todos estos pueblos eran oriundos del sitio. Recién hacia el 1100 a.C., la llegada de los filisteos va a perjudicar las lenguas y las etnias autóctonas. Prudencstein es historiador, especialista en Medio Oriente. Es enseñante en la Universidad de Belgrano y creador, entre otros, deLos redactes de Dios , Moisés, la auténtica historia eIslam, para comprender de qué hablamos, todos de Ediciones Fortnel. Esta historia fabulosa se encuentra en los mitos de origen de Israel.

23Quitad, puesto que, ahora los dioses ajenos que están entre nosotros, e inclinad tu corazón a Jehová Dios de Israel. 20Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses extraños, él se volverá y les hará mal, y les consumirá, después que les logró bien. 14Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y de hecho; y quitad de entre nosotros los dioses a los cuales sirvieron nuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.

Diez de los espías regresaron y explicaron que sería imposible tomar el control de esa tierra, y que allí vivían gigantes que aniquilarían al ejército hebreo. Sólo 2 espías, Josué de la tribu de Efraín y Caleb de la tribu de Judá, regresaron y manifestaron que Dios les asistiría a que la nación hebrea se asentara en Canaán. Caleb, hijo de Jefone el quenezeo, de la tribu de Judá, es una fundamental figura en la Biblia hebrea. Se luce por su fe en Dios en el momento en que varios hebreos se opusieron a ingresar a la Tierra Prometida. Los únicos hebreos adultos que subsistieron esos cuarenta años y pudieron entrar en Canaán fueron Josué y Caleb, como premio por su fe en Dios.

9El Señor ha publicado de enfrente de ustedes a pueblos grandes y fuertes, y hasta este día absolutamente nadie pudo soportar frente ustedes. 7No se mezclen con la otra gente que todavía vive aquí entre ustedes. No adoren a sus dioses, ni los obedezcan; no mencionen el nombre de esos dioses, ni juren por ellos.

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9La parte de la tribu de Simeón quedaba en el territorio de Judá, pues esta tribu tenía mucha tierra, y se les dio a los de Simeón parte de la tierra que le había tocado a Judá. 11Una vez hecho el sorteo, a los clanes de la tribu de Benjamín les tocaron tierras entre los territorios de Judá y los de José. 12Pero los de la tribu de Manasés no pudieron tomar posesión de estas ciudades, por dado que los cananeos opusieron resistencia y se quedaron allí. 9Después la frontera bajaba hacia el sur hasta el arroyo de Caná, tal es así que estas ciudades de Efraín estaban entre las ciudades de Manasés, aun cuando la frontera norte del arroyo pertenecía a Manasés, adjuntado con la salida al mar. 7El territorio de la tribu de Manasés se extendía de Aser a Micmetat, que está frente a Siquem, y seguía hacia el sur, hasta la fuente de Tapúah.

Ya que me diste tierras en el desierto del Négueb, dame además manantiales. 17El que conquistó la ciudad fue su sobrino Otoniel, el hijo de Quenaz, y Caleb le dio por mujer a su hija Acsa. 11y por las cuestas al norte de Ecrón, girar hacia Sicrón, pasar por el monte de Baalá, y salir a Jabneel para acabar en el mar Mediterráneo. 11pero todavía estoy tan fuerte como en el momento en que Moisés me mandó a explorar la tierra, y puedo moverme y luchar igual que entonces. 7Yo tenía cuarenta años en el instante en que Moisés me envió desde Cadés-barnea a explorar la región, y cuando volví le charlé con toda sinceridad. ¡Qué ejemplo tan increíble es Caleb para los seguidores de Jesús!

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