La trampa del Baruch 5 1 9

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Por eso quien era soldado en el campamento, era ciudadano en el foro de discusión, y quien era jefe en el campamento, era príncipe en la localidad. Absolutamente nadie podía desear, ya que, la guerra por la guerra, sino por la paz y por defender la independencia. Sin embargo, más allá de que la ciencia natural sea divina, es imposible ofrecer el nombre de profetas a los que la propagan, ya que lo que ellos enseñan, pueden percibirlo y aceptarlo además el resto hombres con igual certeza y dignidad, y no por simple fe.

Para ello, sin embargo, era exacto no tanto incidir en cuestiones de identidad sino de cooperación. El razonamiento se podía usar no solo a los Estados cristianos, sino a cualquier Estado. Lo único vetado por la novedosa comprensión de la religión era elevar el pueblo del Estado a pueblo escogido.

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John usó un ritual familiar, el lavado, para iniciarlos en el camino de la transformación. Pero en lugar de lavar ollas, tazas, utensilios o partes de sus cuerpos, Juan los invitó a hundirse completamente en las aguas del bautismo. Si esto es cierto de los caminos materiales, es aún mucho más cierto de los caminos espirituales. Los caminos físicos tardan meses o años en crearse. Nuestros caminos espirituales llevan toda una vida de construcción, mantenimiento y reconstrucción. La carretera que nos encontramos construyendo es nada menos que la realización más completa del Reino de Dios en nuestras vidas y en el mundo.

Enseñan a venerar a Dios y su virtud bajo una forma particular de contestar a una contingencia de causas externas, que tiene como base una naturaleza común de causas internas. Moisés no da una ley universal, pero da una ley de Dios. San Pablo nos comunica que Abraham creyó, “aguardando contra toda promesa” . La esperanza auténtica nos hace ver lo que está alén de nuestro horizonte visual, lo que está escondido, lo que está en germen, aun lo que todavía no existe pero llegaría a existir. La promesa, sostenida en la fe, nos lleva a sobrepasar el mero realismo de los hechos consumados, es una convidación a conocer de otra manera, con otros ojos.

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Y de ahí procede la definición de “Estado democrático” para Spinoza, aquel “donde todos deciden, de común acuerdo, vivir únicamente según el dictado de la razón”. forma el resultado considerablemente más granado del interés de Spinoza sobre la problemática de la pertenencia. Justo de ahí que, el libro se abre como una piedra angular de la modernidad europea. Y no solo pues comienza la crítica bíblica para todo el siglo XVIII, sino porque nos deja seguir en lo que Max Weber llamó la diferenciación de las esferas de acción.

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Mucho más vale una puerta en una vivienda, que resguarde lo que hay dentro, o una columna de madera en un palacio, que uno de esos dioses falsos. 57»Esos dioses de madera cubiertos de oro y plata tampoco tienen la posibilidad de escapar de los ladrones y criminales. Llegan y les quitan por fuerza el oro, la plata y la ropa con que están cubiertos, y se marchan, y los dioses no tienen la oportunidad de defenderse. 54Y si se incendia el templo de esos dioses de madera cubiertos de oro y plata, los curas salen corriendo para salvarse, y los dioses, como troncos, se quedan allí dentro y se queman.

De manera clara, Spinoza se puso ajeno de toda posibilidad de sobrepasar el marranismo en sionismo, renovando de esta manera la estructura de pueblo escogido. Con esto, se ha adelantado a inconvenientes existenciales afín a los que se reflejan en la correspondencia de Furio Jesi con Karl Kerenyi sobre la oportunidad de un estado de Israel. No deseo sugerir que Spinoza desprecie el razonamiento y los objetivos del Leviatán. III, nos comunica que todas las cosas que deseamos son sabiduría de las primeras causas, ser virtuosos en el dominio de las pasiones y estar seguros con un cuerpo sano.

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Que el Señor Jesús expulse las nubes de luto y miseria y nos guíe a la luz de su gloria con clemencia y justicia por compañía. Qué gran obsequio será este para todos y cada uno de los que intentamos preparar su sendero en nuestras vidas. La Palabra de Dios en Adviento tiene que ver con el llamado a la santidad y la vida justa para los individuos, pero además pide la supresión de estructuras y realidades pecaminosas en la mitad de nosotros que son óbices para el Reino de Dios en la tierra.

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Por ende, la teoría del Estado de Spinoza asegura que en todo Estado, de forma estructural, hay una sección universal y una dimensión particular. Y esto concierne de forma indudable a la religión y a Dios, a la seguridad ética. Hay una sección universal-concreta que concierne a la dimensión precisa del Estado, en la medida en que hay gobierno de afuera de Dios, con causas extrañas específicas, con fortuna y contingencia, ignorancia y peligro, miedo y seguridad. Todos los Estados responden a la contingencia, y por tanto lo hacen como peculiaridad. Pero hay una sección universal-universal, en la medida en que hay un gobierno de adentro de todo el planeta, una racionalidad y una luz natural, que está sobre la ley, en la medida en que se atiene a la virtud ética. Los profetas de ningún pueblo no tienen la posibilidad de prestar la primera sin respetar la segunda y sólo son profetas y no entusiastas porque lo hacen.

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• Hablamos de dirigir nuestra mirada hacia Dios y, solo desde esa mirada vamos a poder hallar el sentido de lo que supuestamente carece de sentido, la luz en la mitad de la obscuridad.

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