apostasia en la iglesia
Si nosotros hemos libremente rechazado el nombre de Católico y por un acto formal de apostasía hemos dicho NO A CRISTO. Irremediablemente Dios nos valora para una condenación eterna. En el momento de la desaparición del humano se genera ese encuentro con Jesucristo. Múltiples cientos de solicitud de apostasía formal se han comunicado en los obispados de España.
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Como se disponían a presentarla en exactamente la misma localidad que yo, asesoré a algunos de ellos pensando que mi experiencia les resultaría útil. Esta proporción de dinero, al depender de tantas fuentes, tampoco está de manera directa vinculada con el número de personas que se declaran católicas en las investigaciones del CIS, que son las que frecuentemente se manejan para determinar el número de católicos que hay en España. La apostasía, más que cualquier otra cosa, es un acto de congruencia personal. Con frecuencia diríase que, con la apostasía, la Iglesia Católica deja de recibir financiación por parte del Estado. Pero no es verdad, pues la iglesia se guarda para sí misma las cantidades de apóstatas.
Es requisito reseñar en el escrito de apostasía los datos referidos a la parroquia donde se festejó el bautismo y la fecha del mismo. Además debe acompañarse con una copia del DNI, que podrá ser compulsada con el original por el receptor del escrito (o será entregado adecuadamente compulsado por un funcionario público acreditado para ello). La identidad del peticionario/a también puede ser acreditada mediante un acta de comparecencia levantada en el Obispado en el momento de la solicitud. La Iglesia considera a cada bautizado y mencionada como integrante del catolicismo. De esta manera, de la misma un partido o una hinchada de fútbol, se legitima y erige a sí como la religión dominante haciendo gala de ser la institución con considerablemente más adherentes en el país.
Por este motivo, no procede la destrucción de la Hoja del Fichero Parroquial. Un caso de exhibe de este género de escritos lo podemos encontrar en la carta emitida por el Tribunal Eclesiástico del Obispado de Jaén, en el primer mes del año de 2008, comunicando que la nota marginal con la apostasía en este momento ha sido anotada en el libro de bautizos , o en la del Arzobispado de Oviedo, de 21 de mayo de 2007, comunicando que se ha ordenado a la parroquia pertinente que realice el trámite e inscriba la nota marginal preceptiva . Una vez entregado el archivo con la solicitud de apostasía, debería recibirse en corto período una carta del obispado al que se ha dirigido el trámite certificando que se ha anotado la apostasía en el libro de bautizos de la parroquia correcta. El proceso de búsqueda de estos datos es afín para la mayor parte de países. A todos ellos les asesoré en su día sobre el artículo a presentar y los pasos a sugerir, pero ya que nuevos y también mails seguían llegando con precisamente la misma pregunta y no tenía demasiado sentido tener que reiterar una vez tras otra lo mismo, en el final decidí colgar en el web, a fin de que acceda a él todo el que que tenga algún interés, un modelo de carta o formulario básico para poder soliciar frente a la jerarquía católica la exclusión de la Iglesia. No hay un solo modelo o ocasión para este fin, cada cual puede ofrecer su petición como mejor considere.
- En el primer libro de los Macabeos, de estirpe sacerdotal, podemos encontrar a Matatías, líder de la primera rebelión que se enfrenta a la persecución y helenización paganizante.
En el libro de bautizados se anota asimismo la confirmación tal como el estado canónico de los leales con ocasión de matrimonio, notas que tienen que hacerse constar en la partida de bautismo . aquilatados y trabados, expuestos con un encomiable rigor lógico, cree lo opuesto y evalúa que los libros parroquiales de bautismo forman archivos a los efectos de la normativa de protección de datos. De la misma forma, Bélgica, a través de la Ley de 11 de diciembre de 1998 (Moniteur belge, número 23, de 3 de febrero de 1999 , página 3049) modificó en el producto 2, para amoldarlo a la Directiva , el producto 1º de la Ley de 8 de diciembre de 1992 , sobre la protección de la vida privada frente al régimen de datos de carácter personal.
apostasia en la iglesia
Vea Gasparri, “Tractatus canonicus de matrimonio” (París, 1891), II, 283; De Becker, “De matrimonio” , 2da. En el caso de los clérigos, la apostasía envuelve la pérdida de todas las dignidades, oficios y provecho, e inclusive todos y cada uno de los permisos clericales (Decretales de Gregorio IX. V, título 7, IX, XIII. Vea Hollweck, 163, 164). Los apóstatas son privados del entierro eclesiástico (Decretales de Gregorio IX, Lb. V, título 7, VIII, Friedberg, II, 779).
Por el presente le comunico que en su partida de bautismo se ha consignado una nota marginal de su abandono a la fe católica, ordenando no se expida certificación de esa partida sin autorización de este Arzobispado. Lo previo piensa que debe conocerse el dato preciso de la parroquia donde se ofició el bautismo (la Iglesia católica no tiene registros centralizados, y cada parroquia guarda sus propios registros de modo sin dependencia) y ofrecer el formulario con la solicitud de apostasía al Ordinario del sitio, es decir, en el Obispado al que pertenezca dicha parroquia. Si no se conoce este último apunte, llamando por teléfono al Obispado de la región en donde se resida podrá recabarse esa información indispensable. Lo escencial a conseguir en el avance de apostasía es que se inscriba una nota ajeno en el libro de bautismos de la parroquia donde se administró el sacramento, en esta anotación, ubicada al lado del apunte del acto bautismal, se hará constar de manera clara que “ese/a” bautizado/a anotado como miembro de la Iglesia católica ha apostatado del catolicismo y, por esta razón, se excluye de la Iglesia católica.
Para la Iglesia Católica recomendamos el que prosigue en este momento, pero también es viable hallar otros distintos tal como válidos en otras webs sobre este tema que señalamos en el final. En alguno de esos modelos tenemos la posibilidad de enseñar las causas personales que nos llevan a llevar a cabo la declaración de apostasía “”nosotros aconsejamos verse concluyente pero respetuosos””, pero lo verdaderamente esencial es dejar bien claro nuestro rechazo a la fe cristiana. Es recomendable añadir al lado del formulario de declaración una fotocopia del DNI, y también indicar alguna dirección u otra forma de contacto, sea teléfono, fax o e-mail. Asimismo puede ser útil hallar una copia de la partida de bautismo, donde constará el nombre de la parroquia y la fecha exacta del bautizo.
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En ocasiones tienen la posibilidad de avisar por escrito la condición de apóstata pero en otras no; en todo caso, transcurrido un período prudencial a juicio del entusiasmado, es conveniente asistir a la parroquia donde se recibió el bautismo y comprobar si en el margen de visualizaciones han anotado nuestra intención de apostatar. Caso de que no sea de esta manera tenemos la posibilidad de reiterar nuestra visita tras cierto tiempo. Si continuasen sin aceptar nuestro deseo de apostatar podríamos recurrir a una declaración notarial que tendría validez civil al margen de lo que opinase la Iglesia. Circulan diversos modelos de carta para llevar a cabo la solicitud de apostasía.
No obstante, el Concilio de Elvira, celebrado en España cerca del año 300, todavía se negaba a perdonar a los apóstatas (Harduin, Acta Conciliorum, París, 1715, I, 250; Funk, Kirchen-geschichtliche Abhandlungen und Untersuchungen , I, ; Batiffol, Etudes d\\\’histoire et de théologie positive (París, 1902) 1ra. Pero el Espíritu afirma precisamente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por medio de la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia; prohibiendo casarse abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participen los que creen y que han habitual la verdad. Y es esencial que, alén de las dificultades que hay en el avance y que nos alejan de Europa, charlemos sobre la apostasía. Y, segundo, pues un elevado número de apostasías nos invitaría a proponernos si deseamos que se destine tanto dinero público a la religión católica o si queremos emplearlo en otros fines más sociales.
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