ama a dios sobre todas y cada una de las cosas
No somos ateos; nosotros adoramos al Dios que es Espíritu, el Padre de Jesús de Nazaret; absolutamente absolutamente nadie que esté bien de su cabeza, deja al Dios verdadero para regresar a dioses falsos. Mi vida he buscado la realidad; he estudiado la sabiduría de los orientales, de los helenos y de los romanos; en el final he descubierto la auténtica sabiduría. En la Eucaristía, especialmente en la celebración de la santa Misa, das a Dios el culto más precioso, mucho más satisfactorio, mucho más meritorio, para honor del mismo Dios y para la salvación de la humanidad. En tanto que en el tercer mandamiento hablaré de la santa Misa, no deseo extenderme en la importancia de la misma. El cristiano proporciona este culto desde la oración personal o social, hasta la celebración de los sacramentos, por servirnos de un caso de muestra, una Misa; también rezando el Santo Rosario, o yendo de peregrinación, o haciendo una adoración en oposición al Santísimo Sacramento del Altar; o rezando alguna novena a un santurrón o beato. Confiar en Dios, por el hecho de que Él jamás te falla, pues es tu Padre cariñoso y solícito, y te entrega lo que es requisito para ti para tu bien material y para tu alma.
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Amarás A Dios Sobre Todas y cada una Y Cada Una De Las Cosas
Amamos a Dios sobre todas las cosas en el momento en que le obedecemos sin condiciones y nos encontramos prestos a perderlo todo antes que ofenderlo. Querer a Dios es cuando nos esmeramos por cumplir sus mandamientos, en el momento en que le garantizamos a Dios lo que hacemos y lo que padecemos, en el momento en que rezamos múltiples ocasiones cada día y nos esmeramos por no pecar y por realizar la mayor cantidad de proyectos buenas probables. Explota tu aptitud, no te destruyas con cosas terrenales, tiene el poder de pensar, de reír, de imaginar, de realizar, de planear, de charlar, de rezar, pero sobre todo tienes la aptitud de querer y llevarlo a cabo llegar ese amor a tus hermanos, ese amor que te hace llegar a varios de mis hijos en mi nombre. , nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene iniciativa de lo que es hacer llegar la vida con una mujer así”. Logró una pausa y se limpió la cara. “Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis.
El hombre cree en el confort, en la calma, deseando alterar la esperanza por la seguridad que le dan las compañías empresas aseguradoras o las cercas eléctricas. Cree en la diversión y en el exitación, suponiendo que en ellos encontrará la felicidad que espera. El hombre cree en el progreso, ha querido sustituir la fe por la ciencia y quiere hallar en ella todas las respuestas a sus problemas.
Mandamiento De Dios Según La Biblia
Las expresiones en la oración contemplativa no son alegatos, sino ramillas que nutren el fuego del amor. En este silencio, molesto para el hombre “exterior”, el Padre nos da a entender a su Verbo encarnado, sufriente, fallecido y resucitado, y el Espíritu filial nos hace competidores de la oración de Jesús. 2712 La contemplación es la oración del hijo de Dios, del pecador perdonado que consiente en acoger el amor con el que es amado y que desea responder a él amando mucho más todavía.
2141 El culto de las imágenes sagradas está fundado en el misterio de la Encarnación del Verbo de Dios. 2140 El ateísmo, en cuanto niega o rechaza la presencia de Dios, es un pecado contra el primer mandamiento. 2139 La acción de tentar a Dios de palabra o de obra, el sacrilegio y la simonía son errores de irreligión, prohibidos por el primer mandamiento. 2137 El hombre debe ‘poder profesar libremente la religión públicamente y en privado’ (Concilio Vaticano II, Declaración “Dignitatis Humanae 15). 2136 El deber de prestar a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado. Venerar a Dios, orar a El, ofrecerle el culto que le corresponde, cumplir las promesas y los votos que se le hicieron, son todos ellos actos de la virtud de la religión que forman la obediencia al primer mandamiento.
ama a dios sobre todas las cosas
No es bastante querer, Jesús nos manda a estimar como EL amó. El primer mandamiento nos ordena estimar a Dios sobre todas las cosas y a las criaturas por El y merced a El – Jesús enseña que en esto se sintetiza toda la ley. Querer significa dedicar, servir y percibir a quien se ama, por este motivo al abrir nuestro corazón, alma y mente buscando amar a Dios, dejamos que él actué mediante nuestro ser, para poner en práctica su verdad, su justicia y su intención en nuestro ambiente. Estimar a Dios con todo nuestro corazón, alma, cabeza y fuerzas necesita amarlo a Él sobre todas las cosas. A veces nuestro enfoque en las responsabilidades cotidianas puede impedirnos y distraernos de honrar nuestra relación número uno—esa comunión que disponemos con Dios. Si esto pasa, quizá debamos revaluar nuestras prácticas diarias y cambiarlas para integrar a Dios en lo que sea hagamos.
Se les ha presentado un dios justiciero, que está atento y vigilante para castigar al que ose ofenderle. Se les ha anunciado un dios que se agrada en el padecimiento, con las rodillas sangrantes, silicios y torturas. En el desenlace de su historia se darán cuenta de que vivieron sin opinar en Dios, que fueron ateos, sin saber que lo eran. Son esos a los que precisamente exactamente la misma vida moderna no les deja tiempo para los inconvenientes del espíritu y no les permite entrar en sí mismos, ni preguntarse sobre el sentido de la vida; ni ver, cara a cara, a la muerte o a su destino eterno.
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Él tiene el derecho paternal prioritario sobre nuestro bienestar eterno, sobre algún otro lazo que pueda vincularnos aquí o en el más allí. Debemos poner a Dios por enfrente de todos los otros en la vida. El fruto del que Lehi comió en su visión, que llenó su alma de un gozo increíblemente grande y que era conveniente a todas y cada una de las cosas era el amor de Dios5. La gran labor de la vida es comprender cuál es la intención del Señor y después obedecerla. “En el instante en que ponemos a Dios en primer lugar, todos los otros aspectos de nuestra vida pasan a tener la situación que les corresponde o desaparecen de ella”.
Si no hay ningún límite es pues Dios es amor y el amor es Dios. Lo que realmente nos une a Dios es una relación de amor. Y tener parte en este amor significa querer y darse hasta el sacrificio. Por ello, no se charla tanto de lo que hacemos como del amor con que lo hacemos, con que nos entregamos.
Absolutamente absolutamente nadie siente el cariño sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas. Nadie hace proyectos sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin abandonar sí mismo. Completamente absolutamente nadie llega a la otra orilla sin haber ido realizando puentes para pasar.
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- Él se resistió a ofrecer su dinero y fue agredido cruelmente.
- Y como estos, hay miles de sacrificios que puedes sugerir a Dios en señal de adoración y gratitud, de súplica y de comunión con Él.