La muerte de San Juan 7 53

san juan 7 53

El día de hoy también se discute bastante sobre religión, y cada cual saca sus argumentos de la Biblia o en las tradiciones. Como en el pasado, hoy además pasa que los pequeños son engañados por el alegato de los enormes y hasta por el alegato de gente de iglesia. Oyeron los fariseos a la gente hablando estas cosas de Él, y los primordiales sacerdotes y los fariseos mandaron alguaciles a fin de que lo prendieran.

¿Quién de nosotros me redarguye de pecado? Ya que si digo la verdad, ¿por qué razón vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís nosotros, pues no sois de Dios. Bajo mi criterio el pasaje no coincide según la ley, pues aquí solo le trajeron una mujer y hacía falta el hombre con quien ella mantuvo relaciones íntimas.

La Perícopa De La Mujer Adultera (juan 7:53

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Por poner un ejemplo, tengamos en mente que de tiempo en tiempo textos primitivos han sido descubiertos. Precisamente, no podemos ser dogmáticos sobre estos temas . Antes de seguir, déjeme sorprenderlos un poco. Yo pienso que la historia es auténtica. En otras expresiones, creo que verdaderamente sucedió y consecuentemente debe ser esa y repetida en la proclamación del Evangelio.

Ayúdame, Madre, a almacenar todas estas reflexiones en mi corazón, como Tú lo hacías también, a fin de que sean la tierra fecunda donde Cristo logre sacar fruto para mi vida. Me coloco completamente en tus maternales manos a fin de que me lleves a Dios. Coloco además mi ser, mi poseer, mi familia, mis conocidos cercanos y cuantos se han encomendado a mis oraciones para que también a ellos les asistas en sus adversidades. En nuestro artículo el día de hoy estamos frente a una mujer que está expuesta en su pecado y humillada públicamente.

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Por eso, debemos buscar imprimir a todo lo que hagamos un sentido primordialmente cristiano. Notamos que los líderes religiosos distorsionaron tenuemente las expresiones de Jesús. Él dijo que el que guardara su palabra nunca debería enfrentar la desaparición cara a cara; ellos aseguraron que él mentó que este nunca padecerá muerte. El fiel exactamente probará la desaparición, pero no va a ser aterrorizado por este enemigo derrotado. La mujer precisaba esperanza pues las secuelas de su pecado serían suficientemente bien difíciles. Tras esto lo más probable es que su comunidad la evitaría y sería rechazada por su marido, quizás hasta le pediría el divorcio .

Cuando Jesús se inclinó y escribió, actuó así como si no hubiera escuchado la acusación contra la mujer. Quizás Jesús los ignoró porque despreciaba su perverso trabajo. Quizás Jesús los ignoró pues se cohibió por respeto a la mujer.

Sin embargo, estoy acorde con la mayoría de los investigadores en que no forma parte a este Evangelio de Juan. Si bien Sus expresiones fueron mal interpretadas, hacían eco en las psiques de quienes le escuchaban. 51“Nuestra ley no valora a un hombre a menos que primero haya oído+ de una parte de él y llegado a entender lo que hace, ¿verdad? Precisamente quien escucha a Jesús, quien lo conoce de cerca, queda fascinado.

• Varios se maravillan de la humilde procedencia de Jesús, pero porque no lo conocen.

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Escribía en tierra con el dedo significa que Jesús podía redactar, y que escribió en la presencia de la mujer y esos hombres. Lo que Jesús escribió fué una fuente sin limites de especulación para profesores, predicadores, y comentaristas. La justicia no les interesaba en lo absoluto, pues era visible que habían arreglado esmeradamente el acto del adulterio y el arresto. Ellos aseveraban que esta mujer fué sorprendida instantaneamente mismo de adulterio– sin embargo no llevaron al hombre culpable enfrente de Jesús.

Aún podían ser acusados por su conciencia. En este momento estaban mucho más siendo conscientes de su pecado que del de la mujer. Para ellos todas la gente fuera de su círculo exclusivista era tan insignificantes que se atrevían a decir que eran malditos. Es decir lo malo que uno puede hallar, un conjunto de religiosos que se piensan superiores a los demás y ven con desprecia a la multitud común. Para los fariseos y saduceos la multitud común eran personas ignorantes con los que no se juntaban, pero para Jesús eran personas valiosísimas, necesitadas de la verdad del evangelio y del perdón de fallos.

Una vez más, Jesús les dio a sus contrincantes – que lo odiaban tanto que querían matarlo – una ocasión para declarar si tenía él algún pecado – y no lograron. Este fue otro testimonio destacable de que no había pecado en Jesucristo. El punto de Jesús era esencial.

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