romanos 8 38 39
Y si alguno no posee el bEspíritu de Cristo, no es de él. Por visto que el ánimo acarnal es bmuerte, pero el ánimo cespiritual es vida y dpaz. para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos de conformidad con la carne, sino con arreglo al espíritu. Pues la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha alibrado de la ley del pecado y de la desaparición. En este momento, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no aandan de conformidad con la carne, sino más bien con arreglo al espíritu.
Por lo cual estoy convencido de que ni la desaparición, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo prominente, ni lo profundo, ni ninguna otra otra cosa construída nos va a poder separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
— Gudelia Avi (@GudeliaAvi) October 2, 2020
Dios nos llama, mientras tenemos la posibilidad de, a ser cariñosos unos con otros, a cuidarnos unos a otros, a rezar unos por otros, a exhortarnos, a amonestarnos, a confesarnos, a animarnos, a ayudar a los pequeños conjuntos de creyentes. Frente todo, ¡no somos separados del amor de Dios en Jesucristo! Nada en toda la creación –incluyendo un traslado hacia el Maranatha Hall – nos apartará del amor de Dios. Pero es también la separación de la familia y de los amigos, y de nuestro cuerpo y de todos los placeres terrenales. Por esa razón aparenta no ser una expresión del amor de Dios. No es como decir que somos amados por Dios hasta la desaparición y después somos amados nuevamente por Dios tras la muerte con una gran pausa del amor de Dios en el momento de la desaparición.
Romanos 8:38,39
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa construída nos podrá dividir del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Por eso, Pablo dijo que ni la desaparición ni la tumba, ni siquiera ángeles….Nada desarrollado nos puede, ni va a poder separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús señor nuestro. Conque por causa de esas personas, Pablo hace una lista muy completa.
Entonces Pablo se enfoca en el reino de los seres espirituales a los que pudiéramos tener miedo, los beatos y los impíos. Ni ángeles ni demonios (“principados y potestades”) tienen el poder de separarnos del amor de Dios. ni nuestros temores de hoy ni nuestras intranquilidades de mañana. No los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. La fidelidad de Cristo —y la nuestra, por la gracia de Dios— vence lo malo que la vida y el trabajo nos tienen la posibilidad de realizar. Si nuestra misión primordial en el trabajo es el progreso laboral, los ingresos o el prestigio, posiblemente acabemos desilusionados.
Romanos 8 38 39 Reina Valera 1960
El Padre nos expresa y revela todos los días, cuan grande es Su amor a fin de que nos sintamos “seguros en El”, y con esa seguridad no temamos a nada. r lo que pase ni donde estemos; El promete que Su amor nunca nos dejará, y que ninguna situación desfavorable tiene el poder de separarnos de ese amor, sino nos ayudara a identificarnos con El aun mas y provocará que ese sublime amor nos rodee y nos sane. Dé “gracias” por todo cuanto logró en su vida.
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romanos 8 38 39
“Ni altura, ni hondura.” Dios quiere a sus siervos fieles con independencia de los avatares que padezcan en la vida. “Ni cosas aquí ahora mismo, ni cosas por venir.” El cariño de Dios no se enfría pasado un tiempo. No existe nada que consigua sucederles a sus siervos, en este momento o en el futuro, que apague el cariño que Jehová siente por ellos. Algunos tengan la oportunidad de decir que este versículo es un aliento fantástico. Otros, no obstante, afirmarán que sencillamente anima a la multitud a salir y pecar. El saber del amor misericordioso de Dios en Cristo nos atrae a Él y nos transforma.
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38 por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni potestades ni lo presente ni lo por venir. Por lo que estoy convencido de que ni la desaparición ni la vida ni ángeles ni principados ni potestades ni lo presente ni lo por venir ni lo prominente ni lo profundo ni ninguna otra cosa construída nos va a poder dividir del amor de dios que es en cristo jesús señor nuestro. Con lo que estoy convencido de que ni la desaparición ni la vida ni ángeles ni principados ni potestades ni lo presente ni lo por venir ver capítulo. Por lo cual estoy convencido de que ni la desaparición, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo prominente, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos va a poder divide del amor de Dios, que es en Cristo jesús Señor nuestro.
- Y la que sobresale como totalmente vital en esta mañana es la relacionada con los pequeños grupos.
Y hay muchas más cosas de las que no se apartará cuando sea separado de esta edificación el domingo en la mañana. Y la que predomina como completamente vital en esta mañana es la relacionada con los pequeños conjuntos. El día de hoy es más esencial que jamás el lugar que los pequeños conjuntos tienen en nuestra vida como congregación. Es cierto que si la tribulación, o angustia, o persecución, o apetito, o desnudez, o riesgo, o espada le apartan de su grupo pequeño, Dios no se separará de usted.
Romanos 838 biblia traducción en lenguaje actual. 38 por lo que estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni potestades ni lo presente ni lo por venir 39 ni lo prominente ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos va a poder dividir del amor de dios que es en cristo jesús señor nuestro. Romanos 8 viviendo en el espíritu 1 en este momento pues ninguna condenación hay para los que están en cristo jesús los que no andan de conformidad con la carne sino más bien con arreglo al espíritu.
Pero si la salvación —esto es, la reconciliación con Dios y la gente, la lealtad y la justicia— es nuestra promesa suprema, entonces la vamos a localizar en la mitad de lo bueno y lo malo en el trabajo. Las declaraciones de Pablo implican que sin importar lo más mínimo cuáles sean las adversidades que encontremos con nuestro trabajo o las complejidades y los desafíos que enfrentemos con compañeros o superiores en el trabajo, el amor de Dios en Cristo siempre y en todo momento y en todo instante mora con nosotros. El cariño de Dios en Cristo es la fuerza estable en la mitad de la adversidad actual y la esperanza para la redención de nuestro cuerpo en el futuro. En contraste al amor de los humanos —que puede mudar o desaparecer—, el amor que Dios siente por quienes confían en él es inalterable y eterno. Sin duda, tener en todo instante presente este hecho nos motivará a aproximarnos a él y a probarle nuestro amor. “Ni ninguna otra creación.” Con estas abarcadoras expresiones, Pablo recalca que nada en absoluto puede dividir del amor de Jehová a los cristianos fieles.
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Por lo cual estoy seguro de que ni la desaparición, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa construída nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:38-39— Maria Ximena (@avilaspayare) May 11, 2020