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“Por el hecho de que la paga del pecado es muerte, mucho más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Por el hecho de que la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Pues la paga del pecado es muerte, mientras la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Se or nuestro. Ya que la paga del pecado es muerte; mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor. pues la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
“Lo rindió con la suavidad de sus muchas expresiones, le forzó con la zalamería de sus labios. “Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen, para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos; por el hecho de que gracias a la mujer ramera el hombre es achicado a un mordisco de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón”. El pecado es como algunos venenos que causan adicción que de a poco aniquila. El pecado como algunos venenos nos quita la sensibilidad de nuestro corazón. 9Porque entendemos que Cristo, ahora mismo que ha sido levantado de entre los fallecidos,+ ya no muere;+ la desaparición de momento no es amo sobre él.
La Vida Devocional Y La Oración ¿qué Afirma La Biblia?
Como asegura un proverbio escocés, “Las botas del demonio no crujen” – no avisan. Tampoco “se acerca a un beato sugiriéndole cometer crímenes serios, sino que comienza con poco, con cosas prácticamente inofensivas contra las que hasta un corazón de santurrón solo protestaría levemente” . Tenemos la posibilidad de estar seguros que el tentador va a preparar el cebo particular para nosotros, intentando encontrar en nuestras defensas para encontrar el punto mucho más enclenque. Además debemos entender que en el momento en que caemos en la tentación es mucho más bien bien difícil soportar la próxima vez.
Después, en el instante en que la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y en el momento en que el pecado es consumado, engendra la muerte. Primeramente, el pecado no siempre resulta en el instante en la muerte física. Romanos 6 no nos dice que en el instante en que pecamos vamos a fallecer físicamente. Pero si el hijo se moderniza, admite y revela cambios de actitud.
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Mas ahora mismo que habéis sido librados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por tu fruto la asantificación, y como fin, la vida eterna. El bautismo es a semejanza de la desaparición, de la sepultura y de la resurrección de Cristo — La desaparición es el pago por el pecado — Cristo proporciona vida eterna. Quien solo vive para pecar, va a recibir como castigo la desaparición. Pero Dios nos obsequia la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.
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“No reine, pues, el pecado en tu cuerpo mortal” (v. 12). “Los bienestares del pecado toman ubicación en un cuerpo que, hasta en su mejor instante, todavía es mortal y pasajero, pero Pablo habla de una vida en Cristo que trae alegría eterna. Es absurdo dejar que lo que va a morir tenga situación suprema” . “La guerra es espiritual y se pelea, pierde, o gana con las decisiones diarias del fiel en cuanto a de qué forma utilizar su cuerpo” .
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Evaluan la fe auténtica de querer a Dios en nuestros corazones. Entonces si somos enclenques de espíritu nos encontramos muy propensos a caer en el pecado. Un yerro forma en pecador, y una ofensa hace culpable del todo; un sorbo de veneno contamina todo el sistema ética.
- Por el hecho de que el salario del pecado es la muerte; mientras el don de Dios, por Cristo Jesús Señor nuestro, es la vida eterna.
Ésas son Buenas Noticias, singularmente para los que han pasado varios años sirviendo al pecado. Significa que da lo mismo cuan profundo sea el hoyo en que hemos caído o cuan poco tiempo queda para ser redimidos. Una vez que pasamos del lado del pecado a la vera de Dios, Dios hace el cheque requerido para redimirnos, sin importar un mínimo un mínimo lo grande que sea. Ha comprado el precio, y no se necesita ningún precio agregada. Claro, bien podríamos reclamar ser víctimas de una propaganda ilusoria.
En el resto de este capítulo (vv. 12-23), Pablo especifica las implicaciones teológicas de nuestro nuevo nacimiento. No es pertinente que rindamos dominio de nuestras vidas al pecado – hacernos esclavos de él – en este momento que fuimos resucitados con Cristo. En vez, necesitamos darle dominio a Dios – hacernos esclavos de Dios.
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23Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Por el hecho de que la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna a través de nuestro Señor Jesucristo. Por el hecho de que la paga del pecado es muerte; mas la felicidad de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.