reflexiones del genio lucas escritas
Parra es un poeta viejo por la cultura que ha guardado en su forma de decir, pero es un poeta de estos días por la perspectiva que ha empleado para emprender los temas universales como permanentes para hacer una asonancia cercana a los sonidos de la tierra. En la cola de la calle frecuenta fallecer un renegado, el último de la línea curva, que o sea la recta que nos lanzan desde un edificio. El país está allí, metálicamente ruidoso, triste, divisado por un dios que nos comunica lluvia las próximas horas.
O reafirmaron la presencia de un dinosaurio en un Mac Donald´s. Con el respeto que se merece don Augusto Monterroso. O se alistaron en el diálogo de un gato y un ratón. Puesto que bien, se habla este libro de un recado a los que leen que, sin entender del tomo I, tienen en este una forma de entrar y buscar el anterior para pasar a ser parte de su respiración. Un tomo que compendia un país, lo dibuja con sangre, con pólvora, con las huellas digitales de un conjunto de hombres cuyo apellido era Falke.
Lo Que No Puede Separarte Del Amor De Dios
Día a día se multiplica la cantidad de personas que no saben ver la vida. La vida la ven y la tratan tal y como si fuera algo que no tiene bastante valor. Miles de personas procuran cada día quitarse la vida y otros la tratan tal y como si la tengan la oportunidad de hallar en todos y cada esquina. Es de imaginar de qué forma se encontrarían los seguidores mucho más allegados de Jesús tras la desaparición en la cruz del Mesías.
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Corrientes Historiográficas: El Sujeto De La Historia
El presente celebra en el barro pegado a los cascos de las bestias que vuelven del pasado. En cualquier caso, dada la petición de un jurado invisible, próximo a la desaparición del gato de Ramón Gómez de la Serna, es preferible que alguien me asesine. Flint Marko, El Hombre de Arena, por servirnos de un ejemplo. Que me borre malandramente del mapa del cuento que hoy pretendo interpretar con sus aristas y escamas.
Autores que ya habían desfilado por nuestros ojos, como Ambrose Bierce, el del famoso y deslumbrante Diccionario del Demonio. No faltan Esopo, Kafka, Carroll, Swedenborg, Chejov, La Fontaine, Wilde, Babel, Samaniego, Proust, Tagore, Rolland, Juvenal, Darío, Güiraldes o Saint-Luc. Toda una lista de narradores, versistas y pensadores que en algún momento miraron por una ventana y vieron el fin del mundo.
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Igual ha preguntado sobre la voz del poeta a lo largo de la obra o de otras voces que hayan sido espéculo de la obra. Sobre poéticas elaboradas, la utilización de la primera persona, la relación con otros versistas, lecturas y escrituras que sugiere, entre otros aspectos. Muy dispares –naturalmente- fueron las respuestas. Se trata, entonces, de un registro de críticas, de confesiones que enriquecen al lector, que lo hacen cómplice de muchas de las medites vertidas por los entrevistados. Postales dice países y ciudades que el ojo del poeta vió o ha advertido desde sus desgracias, calamidades o frágil felicidad. Desde Haití, pasando por Praga, Ocumare de la Costa, Florencia o Cubagua, la voz de Almela no deja de comprobar y decir del horario de sus desdenes y alcances.
Con estos tres cuentos, considera con determinada alevosía quien esto escribe, Ednodio Quintero cierra esa temporada en el infierno para darle paso a otro que lo subyuga. Sabe que sus individuos siguen viviendo tras la lectura, luego de cerrar el libro. De allí que haya insistido tanto en marcar la psiquis, la conducta, los “malos” sentimientos de unos espectros que cumplen con el ritual de proseguir respirando después de las orejas del lector. Cada cuento, mejor, cada personaje, es una liturgia, una misa, una performance que no se desvanece.
- Se habla, entonces, de un conjunto de poemas que se informan metáfora líquida, libre, abierta a distintas lecturas.
Si no hubiera sido por las narraciones bíblicas del Éxodo y el Deuteronomio, jamás habríamos popular nada de las tablas divinas ni de su contenido. Y es tan doloroso visto que, en ciertos casos, sepamos que hayan existido algunos contenidos escritos, como que su contenido continúe en la obscuridad. Este es la situacion del libro de las guerras de Yahveh y del libro de Jashe o libro del justo, que se mencionan particularmente en la Biblia. Este sistema supuso una gran reducción de signos con respecto a las demás escrituras, puesto que la silábica constaba de cerca de 90 símbolos, la cuneiforme de 700 y la China cerca de múltiples miles de símbolos. Este alfabeto fenicio se componía de 22 letras y números y era un alfabeto moderno en todos y cada uno de los puntos, excepto en uno, tenía consonantes, pero no vocales.
Descripción interior de los individuos, pues el exterior prácticamente no existe. Y de esta manera, pasivos, atmosféricos, semejan sombras que merodean en el aire. Todo el libro construye un poema casi inasible. Terako duerme en el sueño profundo de la derrota, del desgano, esperando de un amor que no llega, del hombre, Iwanaga, que a su lado no puede atarse a su deseo por no opinar en deber alguno. Para llenar esta situación, vive el dolor de la desaparición de su amiga Shiori. La desolación en el suicidio de esta mujer que practicaba el trabajo de prostituta, clase de geisha actualizada, actualizada por la mirada dulce y hasta ingenua de una narradora que flota sobre las palabras que reúne para vivir poco a poco.
A lo largo de la historia, generación tras generación, mujeres y hombres, desde todos los rincones del mundo, han levantado sus voces al Único que es Digno de recibir toda Alabanza, Gloria y Majestad. Es fantástico empezar y culminar un nuevo día sintiéndo a Dios en mi corazón y mucho más bello aún, tener vida para alabarlo en vida y como humano cumplir sus preceptos. La vida adquiere más valor, mucho más concepto en el momento en que comprendo que Dios me dio este cuerpo para representar mi existencia en esta tierra y por medio de él, comunicarme con el resto para contribuir en el ministerio de Dios. Gracias por este espacio para con nosotros los hijos de Dios. Pero es que, como no podía ser de otra forma, en sus libros hace aparición asimismo Tíscar. Así, en su “Dios habla todos los días” Lolo habla de su querida tierra de Quesada (donde está Tíscar, como aldea) Lo efectúa entre las páginas 117 y 124 de la edición primera publicada en 1961 o entre las páginas 134 y 142 de la edición mucho más reciente, la del año 2000.
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