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Y, enserio, de exactamente las mismas, de semejantes palabras, se puede conseguir un óptimo fruto para el alma. No resulta, de ahí que, nada extrañoque tanto uno como otra estén de lo considerablemente más contentos en tanto que, por una parte, Edith puede efectuar, por fin, vida social y Tolkien se distancia un tanto del, sí, amado pero bullicioso y, al fin y al cabo, pesado mundo de Oxford. Y pasa que por entonces, 1968 nuestro autor está muy cerca de los 80 años que es una edad donde se busca, mejor, la tranquilidad y el sosiego…Además de esto, quizá sería entonces el momento especial para terminar El Silmarilliony darle un resultado final favorable. Lo que le pasa a en la India a “Sklar” no tiene que ver con el abandono del deseo sino más bien con la experiencia del propio Buda quien, según cuenta la historia mítica, al dejar el palacio donde estaba sobreprotegido, revela la nosología, la pobreza y la desaparición . Lo que saca a Jano del círculo de búsqueda de exitación y frustración y vacío al alcanzarlo es precisamente el hallazgo de la enfermedad y de la desaparición penetrando en una de sus comunes conquistas sexuales. Él le da a Sansón una nueva ocasión, ¿no es verdad?
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Una atmósfera gótica donde escritor como lector forman una parte del mismo secreto, por visto que quien sea lector no se evalúa peor muchas veces que el mismo que inventa la historia. Y en el instante en que afirmo peor digo perverso, maligno, capaz, buscador de bienes perdidos, cuentista, invencionero. Mirarlo en la fotografía de Victoriano de los Ríos, verle el ademán, el saludo del pumpá, el mismo que cantase Aquiles Nazoa, es sentir la peregrinación de este hombre pro el planeta y por los meandros de su genio.
- i creemos que Dios está entretenido en nuestra vida, y que no retira su mano del timón, vamos a estar seguros de que lo señalado está todavía por venir, y los años no nos harán jamás perder la promesa.
- En su travesía se tropieza con un personaje paradigmático, Jhonny Walken (alusión al personaje del whisky, pero con una letra trastocada).
Luego, nuestro reseñado se pasea por las páginas de Picón Salas, en una especide de biografía donde sentimos los avatares de quien edificó cánones y proposiciones para ver una nación que a cada momento anunciaba su derrumbe. Picón salas fue “un enorme escritor americano, quizás la prosa mucho más elegante y deliciosa, pero también es verdad que de sintaxis no está hecho el hombre. De humanidad, sí, y el ser artista están muy lejos de eximir el cargo”. En múltiples sitios conocidos de su escritura Francisco Massiani pertenece a un tejido afectivo que se ha robustecido transcurrido el tiempo. O algunas veces una sepa sensible, el querer es un tema que pernocta en todas y cada una de las líneas del escritor caraqueño. Así, en todos los poemas de Francisco Massiani el lector se tropieza con el cariño.
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Esta aventura de Aymara Lorenzo la hace ver en una penumbra donde el cómplice es un fragancia corporal. Y así mismo, la desaparición en otras líneas que se hacen segundo día. Un calendario de instantes, de ecos perdidos, el misterio de un cuerpo que es otro al día siguiente, como Otro se es en el poema. Dos poemas se saltan el tema, como una estación para olvidar.
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Claro, leo solo, en la más lluviosa soledad del trópico. Y he llorado –prácticamente con jipidos- por la alegría benevolente, por la memoria de varios amigos que no están, por quienes me han recibido en la Margarita de todos mis cariños. ¡Qué vaina, Mélido, ponerse uno de este modo en estos instantes tal electorales¡ Pero bueno, pasó, para eso son los libros, para destaparle las cañerías del alma a quien los lee. Pasan meses, estaciones y voces de amigos, dedicatorias, más pájaros y otros árboles, referentes de la vida en plenitud.
Próximamente la charla devino en protestas en relación al interminable ‘stress’ que les generaba el trabajo y la vida por norma general. La historia demostró que en el momento en que una compañía se duerme en los laureles, llega otra con una iniciativa mucho más atrayente y la saca de la rivalidad. Un claro ejemplo es la situacion de Yahoo en el momento en que rechazó a Google+ plus ya que ahora tenían un buscador que funcionaba bien… el resto de la historia ahora la conoces. En este punto no deseo que hagas a un lado tus sueños, todo lo contrario, quiero invitarte a que sueñes mucho más, pero recuerda siempre y en todo momento y en todo instante soñar despierto y con los pies sobre la tierra. Todos disponemos buenas intenciones, pero pocos son los que se animan a convertir esas pretenciones en una situación.
Nuestro constructor, premeditadamente, navega con carlos Marx, se somete a los designios del mal ajeno y participa de ese adentro donde lo popular, el humor y el desenfado ácido fabrican el imaginario de quien asegura y desdice –o contraría- desde exactamente el mismo poema. Un mal agudo tiraniza los huesos planetarios. Los poemas solo son un instante, un obsequio de algún dios raro bajo el calor de la zona. Entonces resuelvo encontrarme en un poema de Beverly Pérez Rego, para no olvidar la niñez que en tantas ocasiones fue una hoja de libro, o el polvo de una alacena oscura. “No intentes, pequeña, mirarte en la faz del fondo insondable.
Eres audaz, pequeña mía; sonríes a los fantasmas y esperas ser perdonada. Amarga esa infancia, ese recuerdo duro, espeso en los huesos. Fijadas las acciones, observaremos el cuerpo de Cachutt irse poco a poco contra el tablero del carro, con los ojos descomunales y un agujero en la espalda de la cabeza. La muerte fue casi instantánea, solo le dio tiempo a entender que todo había sido, que el resto de todo el planeta que veía a través del parabrisas de momento no le pertenecía.
a la Generación Inútil), publicado por la Editorial Actum, Caracas 1993, una historia tan circular como el tiempo que la reitera de manera regular en la imagen de 4 individuos que deambulan en igual número de movimientos. 4 sombras que nos pisan y nos hacen entrar en esta novela del escritor caraqueño Eduardo Casanova. Noción de una historia que corroe; ademán simple de comprender ya que las claves del espacio recorren manipuladas y lanzadas a la mesa de juego. Noción de un país que se soluciona en las voces que no oye, supuestos equívocos que se hacen protagonistas de los secretos mucho más extemporáneos. La rata, como ella misma confiesa, era un rey.
Ella, Ramona Angosto, personaje de nuestra sangre y carne, levita en el imaginario de esta comarca visible, tan nuestra como el lar de donde provenimos. La Maracay de estas horas, la que nos escuece, no tendrá exactamente el mismo sol o exactamente exactamente la misma luna. Proceder a su casa va a ser honrar su invisible presencia. Saber su calle en Calabozo y pasar frente a la vivienda donde vivió, va a representar la ofrenda considerablemente más respetuosa.
