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1 juan 4 20
Estoy conforme con la iniciativa general, pero pienso que el cariño va bastante más allá de nuestra intención. El cariño se enfoca en la persona de Dios y nosotros tenemos el enorme privilegio de formar parte y demostrar el cariño divino. Padre de toda verdad, líbranos de caer en el engaño de que podemos quererte y al mismo tiempo aborrecer a nuestro hermano, esto no puede ser, y es solo una señal de que nos nos encontramos amando mucho más a nosotros.
Juan 1:6
No disponemos entonces ninguna explicación para decir que si amamos a Dios pero no contamos ganas tener trato con nuestros hermanos, o que tenemos argumentos para no estimar nuestros hermanos. Si estoy enemistado con mis hermanos, sea que estoy en enfrentamiento abierto con ellos, o simplemente me retraigo y no deseo convivir con ellos. No puedo mencionar, yo deseo llevar mi relación personal con Dios aparte, este egoísmo no procede de Dios. Más allá de que Juan ha estado escribiendo bastante sobre el cariño, no ignora el tema de la realidad. Juan no cree que es “suficiente” que un individuo tenga cierto género de amor en su historia si no confiesan que Jesús es el Hijo de Dios.
Si el cariño no surge en el interior, no puede ser llevado al exterior, sencillamente porque el exterior no es fuente de amor, en el exterior solo puedes sentir lo externo, y el cariño no es algo externo, es algo interior. En el momento en que el cariño se mejora en la medida de la confrontación y la trascendencia del miedo en nuestras vidas entonces medrará y con esto echase fuera todo cuanto le resulta opuesto, la ignorancia, la vanidad, el odio, el rencor y la patraña. Por el hecho de que quien se siente amado no puede aguardar castigo, al paso que el que teme no se siente amado, no puede confiar, el miedo lo llena todo y lo trastorna todo. Quien no lo reconoce, no procede de Dios sino del anticristo, más allá de que sus palabras sean contundentes o simulen estar llenas de sabiduría. Si incluso de este modo no cambia, entonces, esa persona ha de ser considerada pagana y es una prueba de que no quiere a Dios.
Primera Carta De Juan
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Solo en el momento en que amamos lo que queremos podemos combatir por conseguirlo. En el momento en que el amor es genuino surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conseguir el poder lo que amamos; es en esa distribución sin condiciones donde brotan fortalezas donde antes no las había. El cariño considerablemente más que un mero sentimiento es una fuerza, es el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que considerablemente más apreciamos, nos hace combatir desafíos, exceder barreras, derruir óbices. 12 A Dios completamente nadie le vió jamás.Si nos amamos unos a otros,Dios sigue en nosotros y su amor llegó en nosotros a su plenitud. 9 En esto se manifestó el cariño que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.
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Sin embargo, en todo eso se puede ser como Caín, quien ofreció a Dios el fruto de sus manos y no el fruto del Espíritu. Converses Spurgeon fue un hombre que predicó la Palabra de Dios, y tenía precaución de no reiterar con regularidad el mismo tema. Sin embargo, él predicó cinco sermones pasmantes sobre las próximas diez palabras. Precisamente esta gloria está en nosotros en forma de “semilla”; no fué construída completamente en lo que va a llegar a ser. Pero está ahí, y su presencia se demuestra por nuestro amor unos por otros y nuestro estar según con la verdad de Dios – y todo eso nos sirve para brindarnos seguridad. Él es glorificado, justificado, por siempre justo y sentado a la derecha de Dios el Padre.
El jueves 20 de Abril de 1967,Racing derrota a Sin dependencia Santa Fé 4-1 con goles de Norberto Raffo(2),Juan Carlos Cárdenas y Joao Cardozo . pic.twitter.com/PcPHVUd1D8
— Historia Racing Club (@deptohistoriarc) April 20, 2021
Exhibe el nexo entre la condición de lo que él llama hijos de Dios, el amor a el resto y la lealtad a Jesucristo expresada en la vida práctica. Por su estilo y su doctrina está cerca del evangelio de Juan, por lo que se cree que procede del mismo creador o del mismo círculo joánico, en precisamente la misma época. Quien afirme que quiere a Dios debe como producto de esta ecuación amar a su prójimo, de no llevarlo a cabo solo probaría que es un farsante, que quiere estimar a quien no conoce, y de quien no ha experimentado su amor. El interesante que primero debamos amar aquello que no observamos, para que tengamos la posibilidad querer lo que es visible.
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Pero la mayor prueba de la presencia y obra de Dios es el cariño. Nuestro amor por Dios realmente no afirma nada grandioso de nosotros. Es solo la contestación de los pies en el suelo al entender y recibir el cariño de Dios. El término llevar a cabo se utiliza para especificar algo que viene de alguien, pero que no es de precisamente la misma esencia o naturaleza. Un hombre puede crear una estatua igual a él, pero que nunca será humana. No obstante, usamos el término engendrar para especificar algo que es precisamente igual a nosotros en esencia y naturaleza.
En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de fallo. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; ya que varios falsos profetas han salido por el mundo. Y más que nada poseemos este mandamiento de Dios, que quien quiere a Dios, ame también a su hermano.
El cariño no puede ser contenido, solo puede ser entregado, quien fue amado por Dios y se volvió una experiencia de vida, entonces va a ser coercido a querer a su prójimo, no requiere ser una orden, el cariño brotará naturalmente de esos que se sienten amados. Recuerdo que el pastor de la iglesia donde medré repetía regularmente esta oración “el amor es un producto de la intención”. Estas palabras se transformaron en una expresión común en la iglesia y se mencionaban en todo momento en diferentes contextos. Me da la sensación de que lo que el pastor deseaba hacer llegar era que la acción de querer está basada primordialmente en una resolución y no únicamente en conmuevas. Nuestras conmuevas cambian, pero cuando decidimos amar a Dios y a nuestro prójimo con independencia de nuestro estado anímico entonces nos encontramos de esta manera cumpliendo la ley de Cristo.
A veces Jesús parecía enclenque y falto de poder, pero Él siempre estaba lleno de amor. En ocasiones Jesús no era frecuente en absoluto, pero Él siempre y en todo momento estaba lleno de amor. En ocasiones Jesús no inspiraba en la multitud sentimientos interesados, pero Él siempre y en todo momento y en todo instante se encontraba lleno de amor.
