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debora en la biblia
Podrías estar sintiéndote pequeña para la tarea que Dios pone en tus manos, no poseas miedo, Él va contigo. Siendo mujer, Débora ejerció su papel con valentía. Tenía la fuerza de Dios que le inspiraba cuando le hablaba y le afirmaba lo que se debía hacer. Fíjense que hablamos de una temporada donde las mujeres no eran tomadas presente y no eran valoradas. Así que puedo imaginar las criticas que asimismo ella podría recibir.
Los Israelitas no tenían nada, no obstante esta historia confirma nuevamente que Dios es todo cuanto necesitamos. La experiencia de Débora evoca, en decisión adecuada, el deber de Elías y Eliseo. Empeñó su crónica en la militancia política que restauró la dignidad israelita. Desde el llanto de una comunidad doblegada, ‘engendró’ el gozo de un pueblo liberado; desde la debilidad de un guerrero pusilánime, ‘engendró’ a Barac para socorrer a Israel del flagelo de Sísara. En analogía con Elías y Eliseo, ‘progenitores y aurigas de Israel’, Débora, ‘madre de Israel’, empeñó su crónica por ‘engendrar’ un pueblo nuevo, a los héroes que batieron a Sísara a riberas del Quisón.
David Guzik :: Jueces 4
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El título “madre de Israel” destaca el valor de la naturaleza femenina de Débora. Antes de la irrupción de la mujer juez, Israel se consumía en el peor sinsentido. La idolatría, disfraz de la injusticia, imperaba en el país, mientras que los contrincantes golpeaban las puertas de las ciudades, pues Sísara, adelante de una coalición de reyes, empujaba el país a la fosa . Aun así, cabe una explicación opción alternativa que reside en el empeño de Yael por la instauración de la justicia.
Deborah » The Prophetess, A Judge Of Israel » The Triumphant Song Of
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- Su reputación era sólida y les inspiraba seguridad.
Señor, gracias por esta predicadora llamada Débora. No confió en su fuerza ni en su hermosura, sino más bien en tu mano robusta. Te pido por los que padecen injusticias en este planeta que comenzó ahora el tercer milenio. Share & Embed “Débora es presentada en la Palabra de Dios en los capítulos 4 y 5, del Libro de Jueces en el transcurso de un tiempo donde se libró una guerra.”
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Aún el día de hoy Dios elige a alguna mujer y también implanta en ella del temor de su nombre. De ella irradia inspiración y lúcida a los que duermen, a fin de que la luz de Cristo los ilumine. Jueces 4 nos comenta de una mujer gobernante de Israel.
Desde este horizonte, el poema resalta la independencia de Dios para seleccionar a los redentores de su pueblo. En el seno de una sociedad regida por hombres, parecería lógico que Dios eligiera un hombre para socorrer Israel, pero Dios, señor de la historia, se vale de la grandeza de Débora y Yael. El poema reclama solemnemente el papel decisivo de la mujer, oculto por la prepotencia masculina, en la construcción política de la sociedad israelita. Débora no sólo determina el inicio de la guerra, percibe también entre el fragor de la lucha la intervención de Dios en bien de su pueblo. Como apunta la juez, el Señor exige de Barac el deber militar a fin de que dirija el ejército contra las tropas cananeas. No obstante, a tenor del significado de la raíz “juzgar” en el libro de los Jueces, el ansia de justicia indica el clamor de los israelitas para localizar alguien que les libre de la tiranía de Yabín, el déspota.
Dios nos llama en todo momento a sentir su voz y a realizar su voluntad. Pídele que te conceda el don de la sabiduría como a Débora a fin de que puedas seguir y vencer todas tus batallas. El discernimiento que tiene Débora, el día de hoy Dios también te lo proporciona a ti. Es un obsequio incalculable pero tienes que salir en su búsqueda. Tal como en el instante en que te enteras que has recibido una herencia, corres al banco con tus credenciales para cobrarla, de esta manera desea Dios que salgas en su búsqueda, que te ubiques en camino de su palabra. Dios te llama a hacer llegar el evangelio, la buena noticia de que Jesucristo a fallecido por todos los hombres por amor.
Una furiosa tormenta provocó la crecida del torrente de Cisón y también logró del terreno un cenagal desventajoso para los movimientos de los pesados automóviles de hierro. El pánico se apoderó del ejército de Sísara, y su derrota fue total. En el producto sagrado se atribuye el “Cántico de Débora” a Baraq y a precisamente la misma Débora. Este muy, muy antiguo poema forma entre los documentos mucho más apreciados que nos ilustran sobre la historia del período de los Jueces.
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Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino á él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavólo en la tierra, puesto que él estaba cargado de sueño y agotado; y así murió. Vinieron ya que las novedosas á Sísara como Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor. Y Heber Cineo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había separado de los Cineos, y puesto su tienda hasta el valle de Zaananim, que está junto á Cedes. Y juntó Barac á Zabulón y á Nephtalí en Cedes, y subió con diez mil hombres á su mando, y Débora subió con él. Mas los hijos de Israel tornaron á efectuar lo malo en ojos de Jehová, tras la muerte de Aod. Tras la victoria, Débora entonó, al lado de Barac, entre los cantos más antiguos y más populares por su hermosura y su poesía.
Los que vivían en las regiones de montañas como Efraín, tenían todavía una cierta organización, y habían resistido heroicamente. Esta mujer de gran audacia y valor tambien esta llena del espíritu beato. Su sabiduría la llevó a tener gran influencia y autoridad sobre su pueblo. Pero Débora tambien cantaba y componía canciones. Era una mujer patriótica que gobernó Israel a lo largo de 40 años. Qué desea decirnos esto, puesto que que ella era una mujer de acción, sin pereza mucho más siempre con el entusiasmo de conocerse escogida por Dios.
