No popular Afirmaciones de hechos acerca de Efesios Revelado Por Expertos

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Era una prenda llamativa y los soldados lo empleaban con orgullo además en horas de licencia o fuera de servicio. Asimismo podemos estudiar de esta ilustración que la verdad del evangelio es tan llamativa que deberíamos exhibirla tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz. Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos y cada uno de los dardos de fuego del malvado. Estad ya que firmes, ceñidos nuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.

En otras expresiones, esta expresión, te invita a confiar en la verdad contenida en la palabra de Dios y el plan que tiene para tu vida, además te incentiva a vivir una vida libre de pecados y patrañas. Toma presente que no vas a estar listo para la guerra, hasta que no te hayas “ceñido” el comprensión con la verdad, que es la Palabra de Dios. Jesucristo ahora ganó la victoria, pero las batallas se prosiguen librando por visto que Satanás quiere realizar de los cristianos, y del cristianismo, algo enclenque y también ineficaz. Estas peleas espirituales, en esferas invisibles, son tan reales, como las peleas que se liberan en la tierra. La Biblia es muy clara en el instante en que asegura que el demonio es verdadera y que sus intrigas comenzaron desde el jardín del Edén. Hay un reino espiritual, alén de nuestra vista finita, donde la batalla por las almas se está librando en estos momentos.

Satanás:

Pues no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las ubicaciones celestes. En cuanto al resto, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Pero para nuestra esa, el Dios Insuperable esta de nuestro lado, y nos ha proveído de capaces armas espirituales para la defensa y el ataque. Intentemos en la escritura los elementos de este increíble armamento, aprendamos su empleo y marchemos con valor al campo de guerra, para presenciar la desmesurado victoria de El León de la Tribu Judá. Por ende, tomad toda la armadura de Dios, a fin de que podáis aguantar en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo.

“no peleamos contra contrincantes de carne y hueso” peleamos contra enemigos espirituales, contra contrincantes invisibles. Este es un entre los pasajes que detalla con mayor claridad el mundo espiritual contra el cual nos enfrentamos. Satanás aquí engaña directamente contradiciendo la palabra de Dios puesto que él afirma que morirían (Dios había dicho que sí) aseguran que serian como dioses y después de eso a Eva le pareció exquisito el pecar. ¿No es quizás lo mismo que pasa en nuestro corazón en el instante en que pecamos?

Fe:

En cambio, cuanto mucho más usas la Palabra de Dios, “mucho más filuda se regresa” en nuestras vidas. Moisés asimismo trató de conquistar con una espada física, pero descubrió que la Palabra de Dios era bastante para vencer a Egipto. En el momento en que Jesús fue detenido en el Jardín de Getsemaní, Pedro trató de PROTEGERLO usando una espada física, pero aprendió en Pentecostés, que la espada del Espíritu es considerablemente mucho más robusta. En el momento en que caemos en tentación siempre procuramos disculpas para justificar nuestro mal comportamiento. Hay que estar atenta a los dardos de fuego que el enemigo nos tira, y emplear el ESCUDO DE FE para sostenernos firmes contra él. El había reclutado y entrenado a un ejército de hombres, dándoles escudos de defensa y espadas de combate.

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Los huestes espirituales de maldad en las zonas celestes se alegran en el momento en que tienen la posibilidad de herir a los creyentes. Pero el yelmo de salvación es fuerte y fuerte a todos los ataques que brotan del aire. Es así mismo como suena lo que asegura Satanás en el instante en que un alma va a llevar a cabo una obra de fe. Los dardos de fuego de Satanás rebotaron sencillamente contra el escudo de la fe.

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Tu puedes comprender lo que la palabra de Dios afirma puedes saber sus ordenes, pero de repente dices “¿Sera esto tan pecaminoso? Y después sin darte cuenta te convierte en el estándar de la verdad. Tú determinas lo que está bien y está mal, o sea te convierte en tu dios.

El soldado católico se prepara para la guerra, se fortalece y recibe sus órdenes a través de la oración. La comunicación con Dios, nuestro Comandante, debe ser constante para fortalecernos y recibir sus órdenes con la estrategia que debemos proseguir. Al entrenar nuestra fe y afirmarnos en lo que comprendemos sobre Dios y su obra en nosotros, esos ataques pierden su eficacia y avanzamos en nuestro caminar con Jesús. Con el escudo de la fe tenemos la posibilidad de apagar todas las flechas que nos dispara el malvado. El ataque del demonio puede venir de cualquier sitio, de ahí que es esencial estar alarma para lograr poner el escudo en el lugar exacto y protegernos.

Dios nunca se fatiga de nuestras peticiones, aun en el momento en que nos parezca, que no nos escucha. La oración es el poder que nos proporciona la victoria; pero no es simplemente cualquier tipo de oración. Una espada física corta para dañar y matar, mientras que la espada del Espíritu corta para sanar, y para ofrecer vida. En el instante en que empleamos la espada contra Satanás le tenemos la posibilidad de dar un golpe que lo puede inutilizar, evitando de esta forma, dañar la obra de Dios. Una espada física penetra el cuerpo… al paso que la Espada del Espíritu penetra el corazón.

• Él detalla la armadura de Dios, consistente en los implementos que Dios distribución a sus hijos a fin de que se defiendan y logren vencer los ataques del maligno.
• Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo”.

Entonces que llegas a ese punto simplemente te queda observar la delicia del pecado. Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. San Pablo puso al alcance de los efesios la fórmula que se necesita para mantenernos firmes y les suplicó que usaran esta armadura para defenderse de Satanás. Tomad asimismo el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Por visto que nuestra riña no es contra sangre y carne, sino más bien contra principados, contra potestades, contra los poderes de este planeta de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las ubicaciones celestes. En cuanto al resto, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza.

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