sueno de amor capitulo 4
La mulata adolescente, con sus teticas de perra, se encontraba desnuda en cama. Antes de Aureliano, esa noche, sesenta y tres hombres habían pasado por el cuarto. De tanto ser utilizado, y amasado en sudores y suspiros, el aire de la habitación comenzaba a transformarse en lodo.
Me ha dado gusto un vídeo de @YouTube (https://t.co/NToLgM0Qfs – Sueño de amor – Capítulo 2 (Parte 1/4)).
— albani mejias (@albanimejias) October 16, 2018
Sería triste que reciban de nosotros un código de doctrinas o un imperativo ética, pero no el enorme aviso salvífico, ese grito misionero que apunta al corazón y da sentido a todo lo demás. Si ofrecemos la vida por ellos, por la justicia y la dignidad que ellos meritan, no podemos ocultarles que lo hacemos porque reconocemos a Cristo en ellos y pues descubrimos la enorme dignidad que les otorga el Padre Dios que los quiere interminablemente. De este modo, si guardáis los mandamientos del Señor, él ha consagrado esta tierra para la seguridad de tu posteridad con la de mi hijo. Consecuentemente, por dado que has sido leal, tu posteridad será bendecida acon su posteridad, a fin de que vivan prósperamente por largo tiempo sobre la faz de esta tierra; y nada, salvo que sea la iniquidad entre ellos, dañará ni perturbará su prosperidad sobre la área de esta tierra para toda la vida.
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Un proceso de inculturación, que implica caminos no solo particulares sino también populares, pide amor al pueblo cargado de respeto y comprensión. En parte importante de la Amazonia este desarrollo ahora se ha iniciado. No nos apresuremos en calificar de superstición o de paganismo ciertas expresiones religiosas que afloran espontáneamente de la vida de los pueblos. Mucho más bien hay que entender reconocer el trigo que medra entre la cizaña, pues «en la piedad habitual puede percibirse el modo en que la fe recibida se encarnó en una cultura y se prosigue transmitiendo». De la misma forma, la relación con Jesucristo, Dios y hombre verdadero, liberador y redentor, no es contrincante de esta cosmovisión marcadamente galáctica que los caracteriza, por el hecho de que Él también es el Resucitado que penetra todas y cada una de las cosas. Para la experiencia cristiana, «todas y cada una de las criaturas del cosmos material encuentran su verdadero sentido en el Verbo encarnado, pues el Hijo de Dios incorporó en su persona una parte del cosmos material, donde introdució un germen de transformación definitiva».
Bastante gente lo hubieran calificado de ido, ya que hablaba con todo el planeta sin dirigirse a nadie en particular. Avanzaba con un dedo extendido tal y como si estuviese tanteando la dirección del viento. Las fabulistas comentan que estas personas fueron tocadas por los dioses. En nuestra tradición, a un hombre de este modo lo llamaríamos El bulto, puesto que las ánimas como él llevan una alguna mercancía y la especifican a quien quiera verla, a cualquier persona que tenga ojos para verla y los pies en el suelo para acogerla. Aquí vamos a comentar el cuento de Manawee más bien desde la visión de las relaciones entre una mujer y su compañero, sabiendo que frecuentemente “lo de fuera es igual que lo de dentro”. Los católicos disponemos un tesoro en las Sagradas Escrituras, que otras religiones no aceptan, aunque en ocasiones tienen la capacidad de leerlas con interés e incluso de apreciar ciertos de sus contenidos.
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Manawee, a través de su fiel perro, adivina los 2 nombres, ámbas naturalezas de lo femenino. Y para esto debe hallar su yo instintivo, simbolizado en la figura del perro. Alén de que se comprenda etnológicamente a las dos mujeres del cuento como unas futuras esposas de una cultura polígama, desde una visión arquetípica el cuento nos charla también del secreto de las dos poderosas fuerzas femeninas que anidan en cada mujer. Más allá de que tenía el pelaje ensangrentado y le dolían bastante las mandíbulas, preservaba precisamente en la memoria los nombres de las jóvenes, con lo que se acercó cojeando a Manawee con una refulgente expresión de felicidad en la cara.
sueno de amor capitulo 4
Éste además le enseña lo mismo y le señala que debe hablar con el sol. El cariño es la fuerzaque convierte y optimización el Alma del Mundo. Tras esto el muchacho entendió todo y se sumergió en el Alma del Planeta y vio que esta era parte del Alma de Dios, y esta última era su propia alma. Por eso se transformó en viento y el general le dejó marchar al lado de su maestro.
Una vez terminada la batalla, comprobamos con asombro que el perro no ha perdido los nombres, puesto que la riña era por eso, por el saber de lo femenino salvaje. Quienquiera que lo tenga tiene el mismo poder que la mujer. El perro ha luchado para entregarle este poder al hombre digno de él, Manawee. Ha luchado para eludir que el poder fuera a parar a un aspecto de la antigua naturaleza humana que lo usaría mal. La distribución del poder a unas manos adecuadas es tan esencial como el hallazgo de los nombres. No es casual que los hombres y las mujeres se esmeren en buscar las facetas más profundas de sus naturalezas y, sin embargo, se distraigan de este propósito por toda una secuencia de causas, por lo general por bienestares de distintas clases.
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Habían contraído, en efecto, la patología del insomnio. Úrsula, que había aprendido de su madre el valor medicinal de las plantas, preparó e hizo beber a todos un brebaje de atónito, pero no lograron reposar, sino estuvieron todo el día soñando despiertos. En ese estado de desvariada lucidez no solo veían las imágenes de sus sueños, sino los unos veían las imágenes soñadas por los otros. Sentada en su mecedor en una esquina de la cocina, Rebeca soñó que un hombre muy similar a ella, vestido de lino blanco y con el cuello de la camisa cerrado por un botón de oro, le llevaba un ramo de rosas. Lo acompañaba una mujer de manos delicadas que separó una rosa y se la puso a la pequeña en el pelo. Úrsula entendió que el hombre y la mujer eran los padres de Rebeca, pero si bien logró un grande esfuerzo por reconocerlos, confirmó su seguridad de que jamás los había visto.
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Esta pronunciación del nombre y este casamiento se los conoce como, con palabras humanas, amor propio. En el instante en que se genera entre 2 personas individuales tiene por nombre amor recíproco. La adivinación de los nombres de la doble naturaleza, es decir, de ámbas hermanas, es en un inicio una tarea tan bien bien difícil para las mujeres para los hombres.
La fuerza de lo que une a todos los cristianos tiene un valor inmenso. Prestamos tanta atención a eso que nos divide que a veces por el momento no apreciamos ni valoramos lo que nos une. Y eso que nos une es lo que nos deja estar en el planeta sin que nos devoren la inmanencia terrena, el vacío espiritual, el egocentrismo cómodo, el individualismo consumista y autodestructivo. En una Iglesia sinodal las mujeres, que de hecho desempeñan un papel central en las comunidades amazónicas, deberían poder ingresar a funcionalidades e incluso a servicios eclesiales que no requieren el Orden sagrado y dejen expresar mejor su lugar propio. Cabe evocar que estos servicios implican una estabilidad, un reconocimiento público y el envío por la parte del obispo. Esto da ubicación además a que las mujeres tengan una incidencia real y efectiva en la organización, en las resoluciones considerablemente más importantes y en la guía de las comunidades, pero sin dejar de hacerlo con el estilo propio de su huella femenina.