Lo que los tecnicos no están diciendo sobre Romanos 10 9-diez y de qué forma le perjudica

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Y, puedo añadir, no únicamente por creer en Cristo o por identificarte con Cristo sino recibiendo en nosotros a Cristo para que Él se vuelva nuestra Vida y dirija nuestro accionar. Considerablemente más bien yo creo que Cristo es el cumplimiento de la Ley. Toda la Ley se cumple en Cristo conque en el instante en que seguimos al Espíritu de Dios nos llega la justicia que podría ser nuestra si hubiéramos obedecido la Ley de forma perfecta. Yo no creo que la intención aquí haya sido solo que la fe en Cristo va a tomar el sitio de la Ley, aunque es cierto. La Carta a los Hebreos asimismo nos comunica que el pacto viejo está por ocultar. Esta convicción se encontraba arraigada en los Romanos que estaban leyendo esta carta de Pablo.

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Quizá la mayor parte de nosotros no esté completamente en Satanás ni totalmente en Dios. Cada día, si estamos obedeciendo al Espíritu Santo, nos estamos moviendo de Satanás hacia Dios. Como he escrito en tantas ocasiones anteriormente, el inconveniente está en nuestra definición de la salvación. La salvación tiene poquísimo que ver con ir al Cielo.

10Porque con el corazón se revela la fe que transporta a la justicia, pero con la boca se hace la declaración pública+ que transporta a la salvación. 9Porque, si con la boca declaras públicamente que Jesús es el Señor+ y con el corazón demuestras fe en que Dios lo levantó de entre los fallecidos, serás salvado. Así mismo, si con tu boca confiesas que Jesús es el Señor, y en tu corazón piensas que Dios lo levantó de los fallecidos, serás salvo. Ya que con el corazón se cree para justicia, mas con la boca se hace confesión para salvación. En tanto que con el corazón se cree para conseguir la justicia y con la boca se confiesa a Jesucristo para alcanzar la salvación.

La única entrada al plan Divino de la redención es la confesión de Jesús como Señor y la creencia de que Dios Lo ha levantado de entre los fallecidos. Ya que Dios levantó a Jesús de entre los fallecidos nos encontramos seguros de que Jesús puede socorrer. El pasaje previo, separado de su contexto, nos da una fácil fórmula para la salvación.

“Pues con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud” (v. diez). Pablo reversa el orden de v. 9, poniendo la creencia antes de la confesión – un orden considerablemente más usual. Hoy, confesar con la boca a Jesús como Señor de forma recurrente se restringe a la alabanza en el santuario de una iglesia. Invitamos a gente a confesar su creencia en Jesús como Señor a lo largo del rito bautismal o al recitar del credo, pero eso es todo prácticamente. En otros sitios titubeamos en el instante de comunicar que Jesús es el Señor, no vaya a ser que ofendamos a alguien. En el instante en que leemos este versículo “si confesares con tu boca al Señor Jesús,” debemos meditar en el lugar donde cristianos romanos hacían esto.

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Si bien bastante gente de ese tiempo era literata, la mayor parte no lo era – y los que sí lo eran tenían ingreso con limite a materiales de lectura. Prácticamente sin excepción, si conocían a Cristo, era por visto que alguien se lo dijo. Más allá de que en este momento vivimos en un mundo donde alfabetización y materiales de lectura son algo común, la mayoría de la multitud llega a entender a Cristo ya que alguien se lo afirma. En v. diez Pablo usa 2 expresiones, justicia y salud, que si bien tengan significados distintas, están sin embargo afines. Justicia es el proceso por el que un individuo se cuenta como justa y acercada a una relación justa con Dios.

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Salvación viene como producto de justicia, y asimismo incluye liberación del pecado y el castigo. “La confesión de Jesús como Señor va rápidamente seguida por la referencia de Dios levantando a Jesús de la desaparición. Los dos se confiesan juntos precisamente por el hecho de que Jesús es el Señor resucitado.

Por visto que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, vas a ser salvo. Ya que, si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, vas a ser salvo. que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los fallecidos, serás salvo.

) y qué afrenta es para cualquier intento de la carne de ser justificada o cualquier intento de localizar la salvación en base de argumentos nacionales o étnicos. “Si un hombre llamaba a Jesús kurios, lo se encontraba clasificando con el Emperador y con Dios; le daba el sitio supremo en su historia; estaba prometiéndole una obediencia implícita y adoración reverente”. , nos encontramos según lo que Dios ha dicho sobre Jesús, y con lo que Jesús dijo de Sí mismo. Quiere decir que reconocemos que Jesús es Dios, que Él es el Mesías, y que Su obra en la cruz es la única manera de salvación para la raza humana. (4-8) El contraste entre la justicia de Dios y nuestros intentos de justicia. (1-3) La negativa de Israel a someterse a la justicia de Dios.

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si confiesas con la boca que Jesús es Señor, si crees de corazón que Dios lo resucitó de la desaparición, te salvarás. Que ſi confeßares con tu boca àl Señor Ieſus, y creyeres en tu coraçon q̃ Dios lo leuantó de los muertos, ſeras ſaluo. Ya que si ustedes reconocen con su propia boca que Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se librarán del castigo que merecen.

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