Punto por punto sobre Sed Beatos Como Yo Soy Beato

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El haber conocido la verdad y mi oracion esta mañana es poder vivir siempre y en todo momento en esa verdad que tiene por nombre Jesucristo, es de esa forma que tan sólo poder vivir en santidad. Que bendición esta mañana pode leer esta palabra tan fundamental de el caminar una vida diferente ala que vive el mundo. 🎵 Reflexión Día tras día 🎵 ¿De qué forma realizar fallecer lo terrenal en nosotros?

Hay sensiblemente mucho más áreas de la vida humana que El Eterno ha predeterminado como medios para la santificación del hombre. TODAS SUS LEYES , FUERON DADAS A TRAVÉS DE MOSHÉ (MOISÉS) PARA SANTIFICAR A SU PUEBLO. LOS MANDAMIENTOS SANTIFICAN, nos hacen separados de la conducta pecaminosa y nos aproximan al Eterno. Es fundamental saber expresiones, de este modo hay menor opciones de equivocarnos al interpretar la Escritura. La Palabra Santurrón en hebreo se dice “Qadosh” y significa literalmente “Apartado” desde la perspectiva de Dios, algo santo es algo apartado para un empleo honroso.

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Todos las clases de pecado y el mal van a estar presentes en el hogar cuando a los pequeños no se les enseña los mandamientos de Dios de la Biblia; que ellos únicamente tienen la oportunidad de recibir una base para sus vidas desde Su Santa Palabra. La Escritura nos manda como cristianos a ser como nuestro Señor y Salvador en “toda clase de charla”, y en nuestra conducta día a día. Nosotros somos sus presentes terrenales, y debemos vivir nuestras vidas a fin de que seamos un reflejo conveniente de Él. ¿Deseamos realmente el gozo de esa dulce comunión con nuestro Dios y Salvador? Vivamos santamente, ya que sin santidad, absolutamente absolutamente nadie va a ver al Señor.

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La palabra de Dios nos comunica en Juan 1;12 Que a todos los que le han recibido y creyeron en el unigenito Hijo de Dios, les dio la potestad de ser llamados hijos de Dios. ~ Eso es un hecho, pues lo dice la Escritura, el inconveniente es que muchos de nosotros, lo oimos y lo mencionamos, pero no lo ponemos por obra. No nos damos de cuenta, del verdadero valor que hay en esas expresiones, por el hecho de que de otra forma, andariamos diferente, hablariamos diferente y reaccionariamos diferente; como reales hijos de Dios, y no como hijos de no se quien. Asegura la Escritura, que para los que han sido iluminados por la palabra, y que han habitual de los favores del Espíritu Beato, es realmente bien difícil que se vuelvan atras, tal y como si no hubiese pasado nada. Y vivir en santidad no quiere decir que nos fuimos a meter en una cueva y distanciarnos de todo el planeta para no pecar, sino más bien tomar control de uno mismo y gobernar nuestra voluntad a la intención del que nos llamo para ser útil. Vivir en santidad no significa que de momento no vamos a relacionarnos y charlar con otra gente menos santas, sino enseñar el caracter de Cristo a los demas.

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Su santidad es lo más importante en lo que se refiere a su relación con las cosas que Él creó. ÉL NO ES CREADO, ES APARTADO, SEPARADO DE LO CREADO, ES DIFERENTE, ES HA KADOSH . Proseguid la paz con todos, y la santidad, sin la que absolutamente nadie va a ver al Señor. Estas son las expresiones que dirás a los hijos de Israel.

Imagínese cual alto llamado Dios había puesto enfrente del pueblo, ¡sed santurrones! El Señor no solo les demandaba que van a vivir para El y le sirvieran, pero mas que esto su historia habría de ser marcada por “santidad.” Ellos no podían vivir su crónica como los otros pueblos, ellos habían de ser diferentes en su forma de ser y conducirse. Ellos fueron salvados por el Dios mismo de Egipto para que ya no fueran contaminados por la vida en Egipto.

¿Queremos remontarnos hasta las alturas de santidad donde mora el Santurrón? Debemos desprendernos del peso del pecado que nos asedia y dejar nuestra condición de verme que teníamos antes de entender al Señor. El hombre espiritual en su naturaleza caída, busca y exalta únicamente el cariño y la clemencia de Dios, pero muy generalmente evade referirse a la santidad y justicia del Señor. Sin ella sería como un jardín sin flores, carente de los frágiles aromas que ellas espiran; sin los bellos colores que embellecen y atraen a múltiples criaturas que llegan hasta allí para proseguir con el período de la vida.

Si la cultura cristiana que los circunda es precisamente santa, estas personas son precisamente santas también. Pero Dios no nos ha llamado a ser como los que nos cubren. La santidad radica en nada menos que la conformidad con el carácter de Dios” (Jerry Bridges, En Pues de la Santidad, partido popular. 21-22). Varios al leer esto creerán que ser santurrón es algo inalcanzable y guardado solo para unos pocos que decidieron consagrarse al servicio de Dios y que para esto precisan vivir una vida similar a los frailes de determinadas religiones. Piensan que hay que dejar todo lo mundano y no disfrutar de nada en este mundo. De hecho muchos de los que se encierran en monasterios tienen más pecados que los que están afuera, eso siempre y en todo momento y en todo instante fué así mismo pero no se descubrió hasta tiempos recientes en tanto que ahora poseemos independencia de explorar y difundir lo que descubrimos.

Finalmente el apóstol Pedro nos esta afirmando que si se puede ser santo, pero ¿Qué es ser santo? , santo no es que te hayamos ido a poner tras una vitrina y nos marchamos arrodillar enfrente de ti, ser beato va mas allá de todo el término tradicional. Ser beato es ser apartado del pecado, consagrado para Dios. En nuestra próxima entrada nos enfocaremos en la enseñanza bíblica acerca de la santidad de Dios que debe servirnos de modelo. “Me vais a ser, pues, santurrones, pues yo, el SEÑOR, soy santo, y les he apartado de los pueblos para que seáis míos.

“Dios es el ser más feliz del cosmos; y la auténtica razón es que Él es el ser mucho más beato en el universo. Los hombres no pueden formar parte de la alegría de Dios a menos que vengan a ser participantes de su santidad. Dios mismo no puede lograr que un ser como el hombre sea verdadera y de forma permanente feliz de ningún otro modo que haciéndole santurrón” (John Brown, Expository Discourses on 1 Peter, p. 130). Seremos santurrones y excelentes en el momento en que lleguemos a la presencia del Señor en el cielo.

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