Lo que todos son diciendo sobre Romanos

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Jesús oró con este género de carga intensa para un planeta perdido en el Jardín de Getsemaní. “No se realice mi intención, hágase tu intención.” Cuando oramos en el Espíritu, poseemos el mismo deseo profundo del alma. Amamos a la intención de Dios y que sea llevada a cabo en nuestras vidas.

• Oramos por el hecho de que esa fue la forma que Dios estableció para humillarnos y hacernos completamente dependientes de Él, a fin de que Él se lleve la gloria de todo cuanto hacemos.
• En el momento en que mencionamos “Todas las cosas ayudan á bien,” asemeja que creemos que “todas y cada una de las cosas” son buenas – que tenemos en consideración insignificantes las ocasiones que provocaron su mal.

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Devocional: Romanos 8:26

Es mucho más que sufrir la vida cristiana, sufriendo mientras que te sostienes fiel. Antes de rezar o venerar pídele que te asista,  que te enseñe a hacerlo de conformidad con la intención del Padre. Él es despacio, sensible,  amoroso y es digno de que lo tengamos que se encuentra en todo cuanto hacemos. Hemos orado desde todos y cada uno de los ángulos que entendemos, utilizando todas las Escrituras que conocemos, y sin embargo, no estamos satisfechos. De qué forma Dios va a ayudar a los que le adoran a fin de que las cosas le asistan para bien?

En el momento en que decimos “Todas y cada una de las cosas asisten á bien,” asemeja que creemos que “todas las cosas” son buenas – que consideramos insignificantes las ocasiones que provocaron su mal. “Mas el que examina los corazones, sabe cuál es el intento del Espíritu, pues acorde á la intención de Dios, demanda por los santurrones” (v. 27). En lugar de traducir nuestra lista de “menesteres” a un lenguaje especial guardado para la comunicación con el Padre, el Espíritu amolda nuestras frases conforme la voluntad de Dios. Esto es una bendición, puesto que nos deja rezar desde el corazón libremente y sin miedo a confundirnos.

Es increíble entender entonces, que nuestros gemidos son el trabajo del Espíritu Beato a favor nuestro y no en nuestra contra. Tenemos la posibilidad de ver entonces que la intención de Pablo no es que desfallezcamos en nuestros sufrimientos, sino tengamos esperanza de que Cristo será exaltado en ellos, ya que Dios rabaja en nosotros a fin de que eso ocurra. Nosotros entendemos que debemos pedir por fe, esperanza, y poder para guardar la ley de Dios. Esto es, lo que Pablo dice aquí no se refiere al propósito de Dios que fué revelado en la Biblia. Primero leemos que en el verso 26, que el Espíritu pide pues nosotros no entendemos lo que debemos soliciar, gracias a nuestra debilidad, y aparte de esto lo pide de conformidad con la intención de Dios .

Es en la mitad de este padecer, gemir, y aguardar que el Espíritu intercede por nosotros (v. 26). Asimismo, más allá de que somos enclenques, el Espíritu viene en nuestra asistencia; si bien no entendemos lo que es de nuestra conveniencia pedir, el Espíritu intercede por nosotros de forma misteriosa. De la misma manera, y ya que nuestra confianza en Dios es enclenque, el Espíritu Santurrón nos asistencia.

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Y de esta manera, además el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad; ya que qué debemos soliciar como es conveniente, no lo entendemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y de la misma forma el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad; pues qué debemos soliciar como es conveniente, no lo entendemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y de la misma manera, también el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad; pues qué debemos soliciar como es conveniente, no lo entendemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

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27Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu asegura, pues el Espíritu intercede por nosotros, los leales, en armonía con la intención de Dios. “De la misma forma, el Espíritu nos asistencia en nuestra debilidad, pues qué tenemos que soliciar como resulta conveniente, no lo comprendemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Pero el que examina los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, por dado que de conformidad con la intención de Dios intercede por los beatos”.

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Aunque no entendemos soliciar como es debido, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no se tienen la posibilidad de expresar. No entendemos cómo soliciar ni qué soliciar, pero el Espíritu lo solicita por nosotros, sin expresiones, como con gemidos. De esta manera, también el Esp ritu viene en asistencia de nuestra debilidad.

Hay otras oportunidades en que la vida es simplemente mucha grande y mucha complicada, y no entendemos qué soliciar. En esos momentos, no entendemos ni qué soliciar, ni la manera de presentar nuestras pretensiones, como debemos. Él amablemente comparte con nosotros el rumbo de esta carga. “Y además de esto asimismo el Espíritu asistencia nuestra flaqueza” (v. 26). La palabra “asimismo” liga este versículo con los que precedieron.

La multitud se pregunta es este gemido en el Espíritu orando en lenguas. Semeja haber pocas razones para admitir este criterio. El Espíritu Beato hace intercesión aun a través de nuestros gemidos. De la misma manera la información completa sobre que nos enseña romanos .

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