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alabanza y adoracion cristiana
Puede mostrarse de la primera canción que cante, lo que puede fijar el tema para todo el culto. Frecuentemente el Espíritu Santurrón dirigirá de un canto hacia otro, todos siguiendo el mismo tema del culto. Solo tras el culto, en el instante en que se mira hacia atrás, es que nos damos cuenta de la manera tan bella en que el Espíritu de Dios dirigió el culto. Se comprende además la unidad y armonía que prevalecieron en el transcurso del mismo. El director no debe “sugerir alegatos” al pueblo, si no guiarlo en la adoración. Una vez que el culto comienza, procure mantenerse al corriente de la manera en que el Espíritu desea dirigirlo.
Ante esta situación es necesario estudiar y deducir su significado, su importancia en la vida del fiel, sus prácticas y, básicamente, el encontronazo que tanto la alabanza como la adoración tienen que generar en nuestra vida. Más allá de que la persona que dirige la música y los cantos puede haber sido designada como “directivo de adoración”, el título podría ser engañoso. Un mejor título sería “ministro de música” o algo similar.
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Por ende, el líder debe tener una conciencia espiritual profunda en este particular. Esta virtud le va a ser transmitida a la congregación. Comenzarán a desarrollar la aptitud para sentir los impulsos del Espíritu, y a traspasar en ellos quieta y confiadamente. Quisiese que a través de este pequeño estudio hayas comprendido bien del porqué de nuestras expresiones anatómicos y a la vez comiences a aplicarlas a tu vida y poder gozar de poder loar y bendecir al Señor de estas formas que exactamente el mismo nos ha enseñado.
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Eso está bien, pero los cristianos precisan hacer algo mucho más que sólo alabar de acuerdo con sus sentimientos y deseos. Nunca crecerán y madurarán en sus expresiones de alabanza hasta el momento en que estén dispuestos a loar de la forma que agrada al Señor, del modo que Él desea que se le alabe. No es bien difícil entender el término de la alabanza, en tanto que hace una parte de la vida diaria.
alabanza y adoracion cristiana
Dios creó individuos con personalidad única, y el Señor se agrada cuando cada uno de ellos le expresa lo que tiene en el corazón de conformidad con su personalidad. Al Señor no le gusta la uniformidad que se puede hallar solo a través de el control y la manipulación sociales. Le complace la unidad que viene en el Espíritu, cuando todos se unen al Señor único en adoración y amor. Tal es así que hay que alzar la voz adjuntado con los beatos de la congregación, sin desatender la reunión, y unánimes agrandar y exaltar el nombre del Señor. Pensamos que la adoración toca el corazón de Dios, y si logramos agradar a Dios con nuestra adoración, lo sobrehumano comenzará a acontecer.
En tanto que nos encontramos en el tema de transiciones entre canciones, considera el no decir “Aleluya y amén” de manera continua al paso que el guitarrista pone el mafioso en su guitarra o al paso que el pianista se tarda en iniciar la canción. El nerviosismo nos transporta muchas veces a tratar de llenar los espacios de silencio diciendo o haciendo cosas como un ritual, sin meditar en lo que hacemos, y sin edificar a la audiencia. Aleluya y amén son palabras para dar gloria a Dios, pero recurrentemente acaban siendo usadas para ocultar una mala transición musical. En la mayoría de los casos, yo tengo 2 tiempos planeados en donde hablo. Antes de cantar, trato de apuntar a la iglesia a eso que hemos venido a hacer. Es decir venerar a Dios como una comunidad redimida.
A) Los razonamientos biblicos del ministerio de alabanza y adoración con la música y la dirección de la alabanza. Seguro, si tienes el campo pertinente la multitud se motivará a adorar, acertado? El “ambiente de adoración” especial no es algo que tu logres sencillamente manipular, como mudar el termostato para el clima del salón.
- La música cristiana salió convirtiendo poco a poco hasta consolidarse lo que se conoce como la llamada música cristiana moderna, que se posiciona desde la segunda mitad del siglo XX.
Las expresiones de la canción tienen la posibilidad de ser fundamentales, pero en el momento en que van acompañadas de la armonía embellecedora, el mensaje de la canción se puede expresar con considerablemente más concepto. Dios ha dado la música como regalo muy particular, Pues sabe cuánto asiste para alzar el corazón del fiel en alabanza a Él. He estado en cultos de alabanza donde había bastante palmoteo y toque de panderos, pero en el momento en que el palmoteo acababa y se terminaba el estruendos, no quedaba nada. Era como “metal que resuena, o címbalo que retiñe”. No había hondura en la alabanza, era solo estruendos. Es esencial que se una el palmoteo al corazón que sube hacia el Señor por el hecho de que, sin la participación del corazón, el palmoteo no tiene término.
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3) La dirección de los cantos no en todos los casos significa regentar la adoración. Hay buenísimos directivos de cantos, pero que no tienen la capacidad para dirigir la congregación hacia la adoración. Sin embargo el que dirija la adoración tiene que ser con la capacidad de asesorar las canciones y de ahí traspasar a una adoración profunda. La mayoría de las oportunidades un culto de adoración comienza con cantos, pero evite cantar siempre y en todo momento y en todo instante precisamente los mismos. Cantar himnos apropiados que alaben a Dios y charlen de Su excelencia, poder y esplendor, de indudablemente contribuirá a que la congregación desprenda sus psiques de sí mismos y de sus problemas, a fin de concentrarlas en el Señor. Los cantos de loas y acción de gracias son apropiados y asimismo idóneos.
En muchas iglesias, hay un orden preestablecido en el servicio. Sea como fuere, debes escoger las canciones en concordancia al formato y seleccionar las canciones apropiadas para las diferentes unas unas partes del servicio. La capacidad para guiar a la congregación a progresar su relación con Dios. La humildad para regentar de forma que la gloria sea para Dios y no para quien dirige o para la congregación.
