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bautismos del espiritu santurrón
De pronto, el apóstol Pedro se levantó y comenzó a predicar a los presentes, diciéndoles que lo que veían era el cumplimiento de la promesa realizada años atrás, precisamente en el 850 a. En ese instante, prácticamente tres mil personas se transformaron a la doctrina del cristianismo. Por otra parte, iglesias pentecostales en Chile, Haití, Alemania, Suiza, y algunas designaciones en los países escandinavos y en Enorme Bretaña, como la Iglesia Pentecostal Elim y la Iglesia Apostólica en Gales, no enseñan que el charlar en lenguas es una señal necesaria del bautismo en el Espíritu Santurrón. Los atractivos tienden a opinar que alguno de los dones del Espíritu puede ser una prueba del bautismo en el Espíritu.
Esta promesa que viene de los labios de Jesús debe cautivar a cada hijo de Dios que la intención de Dios es que recibamos el Espíritu Beato. La Santa Cena le ayuda a rememorar con gratitud la vida, el ministerio y la expiación de Jesucristo. En una ordenanza llamada confirmación, uno o mucho más poseedores autorizados del sacerdocio le ponen las manos sobre la cabeza, lo aseguran integrante de la Iglesia y lo bendicen para recibir el Espíritu Santurrón.
Bautismo En El Espíritu Santurrón
Es el poner al leal en el cuerpo, es otro término de salvación como la justificación, el que es Dios declarándonos justos; como la adopción, lo que es que Dios nos hace hijos; es exactamente el mismo género de situación. Entonces, es un término soteriológico, eso significa que es un término para salvación. El bautismo del Espíritu entonces no guarda relación con la experiencia del creyente. Yo pienso que probablemente en esta casa, quizás esta en donde tuvieron la Pascua la noche antes que Jesús muriera, quizás en exactamente exactamente la misma en donde Él apareció en su resurrección, precisamente exactamente la misma a la que fueron en el momento en que retornaron de la ascensión; pero estaban en la casa, creo yo.
¿qué Es El Espíritu
Pero la iglesia retratada en la Celebración de la Cosecha tiene levadura, por el hecho de que en la iglesia hay pecado. Este es un edificio, asegura Pablo, un templo espiritual con Jesucristo como el cimiento. En la historia redentora de Dios, la época del Espíritu no podía suceder hasta el día de hoy en que Jesús ascendiere y fuera glorificado en el cielo. Entonces, en el gran flujo de la historia, Jesús debe regresar al Padre antes que el Espíritu pueda ser enviado. Y eso es precisamente en donde estamos en el capítulo 2; el comienzo del capítulo 1 está la ascensión de Jesucristo, el comienzo del capítulo 2 es la venida del Espíritu Santurrón. Jesús cumplió su obra y fue al Padre, y el Padre en contestación a la obra inigualable de Cristo, envió al Espíritu Santurrón para morar dentro de los leales.
Aun de esta forma, hay que charlar del hecho que algunos trataron de educar lo que se llama “la doctrina de la subsecuencia” o “segundo trabajo de la alegría”, que comunican que Cristianos reciben parte del Espíritu Santurrón al instante de la salvación y luego lo que llaman el “bautismo del Espíritu Beato” después. Investigar las escrituras con precaución nos indica que esta situación está equivocada. En tres de las cinco instancias—Samaria, Damasco, Éfeso—la gente que tuvieron una experiencia del Espíritu identificable ahora eran creyentes.
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De nuevo, sucede únicamente una vez, el día que usted creyó en Cristo auténticamente y de corazón, como Señor y Salvador, arrepintiéndose de sus errores. Por eso la importancia del bautismo del Espíritu Beato en la vida de un leal, por visto que una vez que es bautizado viene el poder de Dios en su crónica, viene a morar en él, exactamente el mismo Espíritu que estaba en Jesucristo, el mismo Espíritu que se encontraba en los Apóstoles. Pues el bautismo del Espíritu Beato te ofrece el poder para llevar a cabo la obra de Dios.
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- Siempre y en todo momento se utiliza en conexión con personas que ya son creyentes.
- Ahora lo hemos experimentado, y nunca tiene que ser repetido en tanto que el creyente en este momento lo tiene viviendo dentro.
El fiel es puesto en el Cuerpo de Cristo y por ende tiene una posición eterna que no cambia con él. El bautismo por el Espíritu Beato no trae el Espíritu a nosotros en el sentido de que Dios pone el Espíritu sobre o en nosotros. El bautismo por el Espíritu Santo pone al creyente en una unión vital con Cristo a través de el que se convierte en un integrante del Cuerpo místico de Cristo. En el momento en que se habla de cesacionismo bastante gente tienden a meditar que hablamos de la cesación de la obra del Espíritu Beato en la vida de la iglesia. Nada está más lejos de esa representación de la situación rehabilitada sobre la obra del Espíritu Beato.
Únicamente se debe hacer un combate en este asunto cuando alguien sugiere que “el bautismo del Espíritu Santurrón que Cornelio y su familia han recibido exhibe que cada generación sucesiva, introduciendo la presente, debe aguardar recibir el bautismo del Espíritu”. Lipscomb pensaba que la profecía de Joel que señalaba que los 2 géneros recibirían poder prodigioso fue cumplida en el Día de Pentecostés tras la ascensión del Señor. La cita previo exhibe sus causas de semejante convicción.
Esto no significa que este es el ejemplo para todo fiel quien recibe al Espíritu “equis” número de años tras su salvación, en lo más mínimo. El bautismo en el Espíritu es un hecho ya ocurrido, en el día de Pentecostés, pero que cada individuo al instante de opinar en Cristo como Salvador, viene a formar parte de esta bendición. Estos 120 fieles, que estaban presentes físicamente, eran la totalidad de la iglesia en ese momento.
Como producto de esa visita, determiné estudiar a hondura el tema del Espíritu Santo en la Biblia. Eventualmente estudié 273 contenidos escritos en el lenguaje original que charlaban de forma directa de la obra del Espíritu Santurrón y hallé sobre 2,000 citas únicas en los escritos de Elena de White comentando sobre el tema. Tiene un propósito que lo distingue de la obra del Espíritu en la regeneración del corazón y la vida de un pecador arrepentido.
