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quienes entraron ala tierra prometida
Su familia y los descendientes siguientes siguieron en Egipto por 430 años, llegando a transformarse en esclavos de otro Faraón. Dios levantó a un hombre llamado Moisés para sacarlos de este cautiverio y dirigirlos a la tierra que fue prometida a Abraham, Isaac, Jacob y sus descendientes. En el 3 er mes de su sendero hacia la tierra prometida de Canaán, habiendo salido de su cautiverio en Egipto, los hijos de Israel están ahora mismo en el desierto de Sinaí.
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En La Tierra Prometida.
¡Y los espías regresaron, cargando una pluralidad de uva tan enorme que entre 2 hombres debían cargarla! “Nosotros llegamos a la tierra a la que nos enviaste, la que exactamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.” Con emoción la multitud se reunió en torno a ellos para poder ver con sus propios ojos. En el momento en que disponemos el espíritu de la fe Dios nos puede ayudar a vencer cualquier poder en teoría insuperable. Con el espíritu de la fe tenemos la posibilidad de vencer cualquier poder en teoría insuperable.
Moisés no debe preocuparse por atravesar la tierra prometida; Por que con toda seguridad pienso que en este momento se encuentra allí. Dios le dijo a Moisés que sacara a la nación de Israel de la tierra de Egipto, donde eran esclavos. En esta ocasión, Dios dio tanta carne con las perdices que venían en dirección de un viento marino, que los israelitas se la pasaron recogiéndolas día y noche. Solo que tan rápido comenzaron a engullirlas, ciertos de aquellos que se habían quejado y deseaban carne lo hallaron detestable y fueron heridos por una plaga, el sitio fue nombrado Kibrot-hataava («Sepulcros de codicia»).
Es una prostituta de Jericó que se salva ya que asiste para los espías israelitas y ella pide que la cuiden a ella y su familia. Rajab luego se casó con Salmón, primo de Caleb, los 2 de la Tribu de Judá. Es madre de Boaz, quien después se casa con Rut y es el bisabuelo de David.
Adoptado por el Comité directivo del Proyecto de la Teología del Trabajo Diciembre 2, 2013, inspeccionado en el mes de febrero 6, 2017. En el instante en que sabemos lo que es acertado pero nos observamos tentados a no llevarlo a cabo, la seguridad en Dios es lo único que nos puede mantener en la intención del Señor. Si no Moisés pudo confiar en Dios completamente, ¿de todos modos imaginamos que nosotros lo lograremos? Podemos rezar a fin de que el Espíritu de Dios nos fortaleza en el momento en que defendemos lo que es preciso y le tenemos la posibilidad de soliciar perdón a Dios en el instante en que caemos.
quienes entraron ala tierra prometida
—seguramente todos correspondan a pueblos semíticos que, desde la conquista del Imperio Babilónico, fueron arrastrados al sur de Canaán. El Imperio Babilónico movió a los hurritas, éstos se reacomodaron y los pueblos semitas que rodeaban su territorio también se desplazaron, generando gigantes movimientos en el corredor sirio-palestino. Varios de los otros pueblos eran una parte de la estirpe de los amorreos. Sea o no histórica la conquista, todos estos pueblos eran oriundos del lugar. Recién hacia el 1100 a.C., la llegada de los filisteos va a afectar las lenguas y las etnias autóctonas.
En tanto que varios de los que en el momento de salir de Egipto, tenían menos de 20 años. Más allá de que hay que tener en cuenta, que parte de estos murieron entonces en juicios decretados por rebeldía. La cifra exacta seria irrealizable de decir, más allá de que tenemos la posibilidad de estar absolutamente seguros que un porciento muy bajo de la integridad de los que salieron, pudo atravesar el Yordan. Debo ponerme a investigar, creo que sólo 2, Josué y Caleb. No Moisés, recuerdo que la mayoría en este momento habían fallecido en el desierto. Aarón (Números 20,28) y Moisés van a morir antes de entrar en la Tierra Prometida, pero por lo menos a Moisés se le dejará verla (Deuteronomio 34,1-6).
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consiguen ingresar a la ciudad y pasan la noche en casa de Rahab, una prostituta. Pero alguien había visto a estos extranjeros y da aviso a los soldados. Cuando estos golpean a la puerta, Rahab los esconde y asegura que se fueron. Antes de irse, los espías hebreos le dicen a Rahab que debía dejar colgada en la ventana la cuerda roja gracias a la cual escaparon, así podrían detectar su casa y ella y su familia no serían aniquilados al tomar los hebreos la ciudad. En el momento en que muere, lo pasa Josué, entre los pocos que no perdió la fe ante la adversidad.
Una avanzada de 12 hombres, entre los que están Josué y Caleb, explora la zona y regresa con frutos que prueban la tentadora fertilidad de esas tierras pero asimismo dan testimonio de la fuerza de sus pobladores. Estos versículos ilustran el valor que los hombres de la antigüedad adjudicaban a un juramento o promesa. Lamentablemente los hombres de aquella temporada eran considerablemente más leales a sus acuerdos con otros hombres que a los establecidos con Dios. Se acordó una señal como prueba de su intención de proteger a Rahab y su familia de la destrucción, como recompensa por su asistencia. Rahab tenía que poner “un cordón de grana” en la ventana de su casa (vers. 18).
León Tolstoy comienza su novela Anna Karenina con la afirmación de que las familias que no son contentos dan historias más atrayentes. Moisés es tan central al Éxodo y Números que podríamos olvidar de que también cuenta una historia bien atrayente de una familia de hermanos poco contentos. Moisés no puede ingresar en el estado de felicidad de la Tierra Prometida en esta vida, como la Ley no es precisa ya en el Reino de Dios, ya que el amor que procede de Dios es mayor a la Ley.
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- Lo malo es que, a partir de repetírselas a sí mismos, se las terminan suponiendo.
- Entonces regresaréis al territorio de vuestra propiedad, el que les dio Moisés, siervo del Señor, aquí al costado oriental del Jordán.