Los anales de De Que Habla Jeremias 4 al descubierto

de que habla jeremias 4

15 Los perros chiquitos de los leones bramaron sobre él, brindaron su voz; y pusieron su tierra en soledad; quemadas están sus ciudades, sin morador. 4 Oid la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la vivienda de Israel. diez Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y moderniza un espíritu recto en mí. diez Y con todo esto, la rebelde su hermana Judá no se tornó á mí de su corazón, sino mentirosamente, asegura Jehová. 9 Y sucedió que por la liviandad de su fornicación la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.

Se han vuelto a las iniquidades de sus antepasados, los que rehusaron oír mis expresiones, y se fueron tras otros dioses para servirlos. La casa de Israel y la vivienda de Judá han violado mi pacto, que hice con sus progenitores. “Pero no escucharon ni inclinaron su oído, sino cada quien anduvo en la terquedad de su maligno corazón. Por lo tanto, hice caer sobre ellos todas y cada una de las expresiones de este pacto, que yo les mandé cumplir y no lo cumplieron.”

Jehová

pero no tiene raíz en sí, sino más bien es de corta duración, ya que al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, entonces tropieza. comprende, viene el malo, y quita lo que fue sembrado en su corazón. Cristo también enseñó que en el instante en que la tierra es dura, no lista, la semilla es en su mayor parte perdida. Pero en el momento en que el pueblo de Dios está mezclado con el planeta, y ha separado de su Dios, no hay atracción.

18 En tu simiente van a ser benditas todas las gentes de la tierra, por cuanto obedeciste á mi voz. I. EL ENCANTO DE LAS ATRACCIONES NATURALES. Hay un instante en que la juventud y la belleza son relativamente independientes de las ayudas ajenas. Conque hubo un tiempo en Israel cuando no se precisaban dispositivos particulares para sostener la admiración y la envidia de todo el mundo. David y Salomón hicieron grande el reino, no por una esconde habilidad de la pobreza y el vacío bajo la grandiosidad externa, sino más bien por una exhibición simple y únicamente evitable de la grandeza de los elementos reales. El reino era uno de hombres fuertes, valientes guerreros y una riqueza material desbordante. Atraen y asimismo influyen, no por misiones vanas, sino más bien por lo que verdaderamente son.

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No hubo fuerza de intención para eliminarlos, o el miedo al hombre ha producido vacilación. Externamente, el templo pagano está a la vera de la vivienda de Dios, y puede reclamar exactamente el mismo respeto. Los amigos de los días pecaminosos se transforman en contrincantes en tiempos de problemas. Los fanáticos de la hija de Sion son los primeros en despreciarla y buscar su vida. Es imposible esperar una alta perseverancia de la multitud de mal carácter.

de que charla jeremias 4

Por dado que todos ellos son infieles, una asamblea de traidores. Quién me diese que mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuente de lágrimas, para que yo llorara día y noche por los fallecidos de la hija de mi pueblo. Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; ando enlutado, el espanto se apoderó de mí. Mi tristeza no tiene antídoto, mi corazón flojea en mí. Desde Dan se escucha el resoplido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles, treme toda la tierra; vienen y devoran la tierra y cuanto hay en ella, la ciudad y los que en ella habitan.

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La resistencia del desprecio y el odio de los hombres. Pero en la medida en que un hombre tiene una predisposición cariñosa y ha prodigado su amor sobre alguno, deseará, sí, anhelará, una contestación. No tenía armadura de indiferencia, desprecio u odio contra los hombres. Por lo tanto, no pudo sino más bien ansiar recibir una contestación a ese amor. La cruz misma se encontraba cubierta de atractivo para él, ya que, más allá de que nada más lo haría, atraería a todos los hombres hacia él. Y en la comunión de este padecimiento, Jeremías compartió.

16 Y á causa de su malicia, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, é incensaron á dioses extraños, y á hechuras de sus manos se encorvaron. 17 ¿Por qué, oh Jehová, nos has hecho errar de tus caminos, y endureciste nuestro corazón á tu temor? Vuélvete por amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad. 18 En esos tiempos irán de la casa de Judá á la vivienda de Israel, y van a venir juntamente de tierra del aquilón á la tierra que hice heredar á nuestros progenitores. 14 Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo, Paz, paz; y no hay paz.

Una era de mal gobierno puede llevar a cabo retroceder a una nación desde hace tiempo. 9 Y va a ser en aquel día, afirma Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los curas estarán atónitos, y se maravillarán los profetas. Y acontecerá en aquel día, afirma Jehová, que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes; y los curas estarán estupefactos, y se consternarán los profetas. aCircuncidaos para Jehová y quitad el prepucio de vuestro corazón, hombres de Judá y moradores de Jerusalén, no vaya a ser que mi furia salga como fuego, y se prenda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras proyectos. Miré a la tierra, y he aquí que estaba arrasada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y hete aquí que tremían, y todos los collados fueron destrozados.

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Andad ahora mismo a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al comienzo, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel. les haré morar en este ubicación, en la tierra que di a nuestros progenitores para toda la vida. Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; vas a conocer, ya que, y examinarás el sendero de ellos. Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; ya que pronto va a venir sobre nosotros el destruidor. Arco y jabalina empuñarán; aterradores son, y no van a tener clemencia; su clamor brama como el mar, y montarán a caballo como hombres preparados para la guerra, contra ti, oh hija de Sion. ¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra lejana?

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