5 Simples Tácticas para El Publicano Y El Fariseo

el publicano y el fariseo

Es Dios el que justifica al recaudador de impuestos impío, cuya sola virtud es su honestidad en frente de Dios. El recolector de impuestos se quedó al fondo del templo. Ante Dios, él estaba siendo consciente de que era un pecador, pero solicitaba clemencia. Se sentía humilde y también indigno ante la excelencia del Todopoderoso. La palabra “fariseo” significa “separado”; con ella se distinguian estos hombres que tienen piedad y conocedores de la ley, de otros conjuntos de su temporada como los saduceos, los zelotas, los esenios, etcétera.

Muy frecuentemente contamos de la humildad una concepción errada. Consideramos que ser humilde radica en tenerse a uno mismo por “poca cosa”, o considerarse siempre y en todo momento como alguien inferior a el resto. La humildad no es eso, es algo absolutamente distinto. El fariseo contador, el especialista en renta per cápita de tipo religiosa.

Fariseo Y Publicano Lc 18,9

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Apreciemos que los individuos pobres, pecadores y pequeños; admiten y reciben el mensaje del Reino. La mujer viuda (18, 1-8) modelo de mujer pobre y desvalida, recibe respuesta a su requerimiento. El publicano (18, 9-14) ejemplo palpable de pecador, recibe el perdón de Dios. Los pequeños (18, 15-17) pensamiento de personas enclenques y asimismo indefensas, son los favoritos para ingresar en el Reino. Todos esos individuos son prototipos de humildad, de aptitud de tener el corazón abierto ante la existencia de Dios.

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Entonces, disponemos un hombre justo descendiendo a su casa sin justificación y un hombre injusto descendiendo a su casa justificado. La justificación no es algo que tenemos la posibilidad de poder solos. • A judíos se les precisa ayunar solo en el Día de la Expiación, pero este fariseo ayuna dos veces por semana.

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Edifican una pared para mantener fuera a los pecadores. Jesús, por otra parte, toma la ofensiva, estrechando la mano hacia pecadores para redimirles y traerles al rebaño. En el libro de Hechos, observaremos como la temprana iglesia hace lo mismo. ¿Modifica pros heauton statheis o tauta proseucheto ? Esto es, ¿es la palabra farisea “en pie… consigo” o “rezaba consigo”?

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La verdad es que somos creaturas y Dios es el constructor. El cielo es la experiencia d hacer llegar íntimamente en la vida de Dios, participando de su inmortalidad y su amistad. Disponemos menos derecho a reclamar íntima amistad con Dios de lo que una pulga tiene derecho a reclamar íntima amistad con nosotros. Como ha dicho el filósofo danés Kierkegaard, hay una distancia cualitativa sin limites entre nosotros y Dios. Al oír esta historia actualmente, el fariseo nos asemeja engreído. Sin embargo, su verdadero problema es que, de la misma los alumnos, ha perdido contacto con la realidad.

Por el hecho de que el pecado no se enseñoreará de nosotros; puesto que no estáis bajo la ley, sino más bien bajo la felicidad” (vv. 12-14). El publicano, como el fariseo, está de pie solo, pero su motivo es diferente. El fariseo se cree bastante bueno para asociar con gente común, pero el publicano se cree demasiado malo. Nuestra entendimiento de la salvación dicta nuestro discipulado. Fariseos toman una situación protectora frente la salvación, separándose del pecado y pecadores. Se ven a si mismos como un baluarte en contra de las presiones del paganismo y de la asimilación que amenaza la fe judía.

Tres veces al año asistían los judíos en peregrinación a la Casa del Señor. El acto cultual más significativo era la celebración de la Pascua; en ella los judíos recordaban la inolvidable ocasión en que Dios les liberó de la esclavitud de Egipto con mano vigorosa y brazo extendido. También era el Templo rincón de instrucción y catequesis para los fieles judíos. El Templo fue rehabilitado en hondura durante el reinado de Herodes el Grande (37-4 a.C.). Este Templo tan exuberantemente remozado por Herodes, fue el que contempló Jesús a lo largo de su vida pública en Palestina. Su reconstrucción concluyó en el (64 d.C) y en el año (70 d.C.) el general de la ciudad de roma Tito conquistó Jerusalén y asoló el Templo hasta sus cimientos.

• Exactamente la humildad es la virtud interior de ser verídica ante la vida, pero no se restringe a eso.
• La tradición cristiana identifica la humildad con la verdad, desde San Agustín hasta Santa Teresa.

No se oponen a los sacerdotes, pero acentúan de tal forma la experiencia de pureza sacerdotal que desean transformar cada casa judía en un templo y cada comida en un sacrificio de alabanza a Dios. De ahí que se comprometen a vivir de conformidad con las normas de pureza más estricta de la Ley sagrada que, de un modo habitual, sólo se aplicaba para los curas en funcionalidades, en el templo. De esta manera se muestran en tiempos de Jesús o, por lo menos, al principio de la iglesia. La visión del publicano le confirma en la justicia y el valor de la suya. La visión del publicano le permite vivir mucho más tranquilo, ser quien es y portarse como se porta… pues hay en el planeta publicanos y putas a quieren usar sin remordimientos, pues son malos y se meritan lo que tienen .

El fariseo está satisfecho por dado que no cae en los fallos que el resto hacen. Pero lo que importa no es eludiendo esto y haciendo aquello, sino entregándose a la misericordia de Dios. Uno fue al templo para alabarse a sí mismo, el otro para alabar a Dios. Dios mira con amabilidad el corazón humilde y nos transporta del orgullo a la humildad, pues nos ama en orgullo y humildad.

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