medites del genio lucas escritas
No hay duda de que Lucas escribió su libro para hacerle entender considerablemente más de Jesús a un honrado buscador; Teófilo debe haber atraído su corazón más cerca del Jesús del que tenía novedades.
- Inclina la cabeza y se nucléa en la dedicatoria.
En estas cajas de Gladys Pirela nos recorremos en cada uno de los elementos que las recrean. Igual, las mudanzas familiares, las viviendas que quedaron atrás, los olores de un patio, los recuerdos. Por visto que en la área de un trozo de metal han quedado la huella de una palabra, un ademán, un amago, una exhibe de amor o de rechazo. En Carrizalito, eso lo sabe todo el planeta, habitan los pequeños que entonces recorren el mundo con sus voces y alegría. El canto se realizó la tradición mucho más elevada de quienes a diario hacen el milagro de rencontrarse con el ser humano, con el prójimo.
Tu Manera O A La Forma De Dios
O el silencio en frente de una pared asimismo silenciosa, sin escrituras o fotografías que lo conduzcan a otros espacios. Hasta el día de hoy en que ocurre el desvanecimiento, la ambulancia, los exámenes de rutina que se hacen imprescindibles en oposición al cuerpo inexplorado, los rayos equis, la resonancia imantada, los exámenes de sangre, la mirada al interior de una maquinaria que está a puntito de detenerse. Y luego, el diagnóstico, la quimio, la radio…el miedo. La soledad concreta una historia que “Es el comienzo de una exclusiva era”. La “tercera situación” recurre sin dilación a las páginas de este tomo que Candaya ha conocido seleccionar para lanzarlo al planeta, tanto al occidental como al oriental donde el español es idioma de muchas bocas con distintos sabores y acentos.
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Estudios Y Movimientos Lesbianos
Esta que hago me arrima al fuego de las imágenes de Alejandro Cardozo, quien no se atemoriza frente la realidad, la confronta y la hace substancia de los sentidos. Pero asimismo debo agregar que nuestro autor tiene todas y cada una de las vías para destacarse, digamos, como ensayista, cosmos donde la narrativa asimismo podría relucir. La conformidad, la tranquilidad, la felicidad, tiempo atrás dejaron de ser temas de la poesía. Y quien hace poesía de la alegría, engaña.
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reflexiones del genio lucas escritas
Mi otra sección inmortal hace juego con la sombra que más tarde advertirá el poeta en su paisaje, el dejado atrás una vez que dejó la corriente deltana y deltaica, el curso del viejo Orinoco, la selva sudada en la piel de la niñez. He allí que frente “el fracaso de la noche”, asido al monte de su origen, el poeta que canta en este viaje rastrea hasta encontrarse en la segunda parte del libro, hecho polvo para la huellas dejadas al olvido. No obstante, Decidiste cortar las amarras y en este momento pruebas/ que horriblemente no queda otra vía/ la errancia/ su peregrinaje pasito a pasito hasta caer entre las velas/ y los hijos del diablo. Unos pasos mucho más adelante, la soledad se refleja en el agua mediante un personaje mitológico. La temida vejez, el tiempo aposentado en el rostro provoca que el personaje del poema sea arrastrado por el miedo.
O sea, nos encontramos en frente de un constructor que no tiene límites, que entra y sale de los mundos que lo asaltan, lo llenan y lo preocupan. Entonces el papagayo levantó el vuelo, como un zamuro viejo, y comenzó a subir y a alejarse de todos nosotros. En el instante en que estaba sobre los techos de la bodega de Benigno Aray, Jesús y Carmelo sintieron que los tomaban con mucha fuerza. De esta manera, se incorporó una muchachera conformada por Julio y Mario Vargas, Ben y Man Martínez , Chaplín, Carmito Machado, Antonio Higuera y hasta Simón Sotillo que terminaba de salir de su casa, al paso que Silvina, la madre de los Sotillo veía lo que pasaba una cuadra considerablemente más arriba. Todos intentaban que el papagayo no se llevara a Jesús y a Carmelo. Tal es así que tengan la posibilidad de estabilizar la nave de papel.
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Más allá de que, hoy en día alguno se puede crear su propio púlpito virtual, abriendo su blog o utilizando sus comunidades, la verdad es que “las que no disponemos genital” nunca seremos escuchadas de la misma manera que los que “si lo tienen”. Las mujeres que los hombres y las policías del patriarcado están dispuestxs a admitir como autoridades en el pensamiento escénico han de ser sus aliadas antes que cualquier otra cosa. El castigo por no llevarlo a cabo, por la insubordinación, es la exclusión de la esfera de poder donde solo tienen cabida los gigantes profesores y sus cómplices (ellos la regla, ellas la salvedad). Poco tienen la oportunidad de llevar a cabo en el momento en que a la crítica no le interesa ingresar a esas esferas, en el momento en que no es el propósito que guía su práctica, pues estas voces aprovecharan las grietas de su sistema imperfecto para irrumpir, sin que ellos y sus cómplices femeninas logren impedirlo.
La vivienda, cabezota pasión, hace aparición y desaparece. Es una palabra su poesía, el destierro de las voces apagadas. Y en el final, otro viaje clásico, el del eterno retorno a los orígenes, a las piedras de Grecia nuevamente, a los árboles de Creta, a Orfeo y Eurídice, a la carne literaria de Ulises, “un viaje hacia las sombras”. Alucinado, bajo la fuerza de las imágenes, el poeta pierde el rumbo del polvo, por eso deja marcas en su mapa personal, de allí que “vivo en una provincia dura/ al sur de un país duro/ que no veo”.
No obstante la historia se supone en el debate de su temporada y está influida por las considerables ideologías, como el liberalismo de Alexis de Tocqueville y François Guizot. Más que nada, se deja influir por el nacionalismo e inclusive el racismo. Coulanges y Mommsen trasladan al enfrentamiento historiográfico el combate de la guerra francoprusiana de 1870. Cada historiador tiende a localizar las especificaciones de su pueblo (el “genio”).
Y así, entre la bruma y la fábula, el poeta Álvarez surge pequeño, lleno de luces para hacerse personaje del silencio del pintor, escondido en los bolsillos de alguien que candela desde el bosque la llegada de lo invisible. Ser uno en el poema es la única posibilidad de que el término identidad adquiera el otro que está afuera, pero igual el que está en el interior, la alteridad. Herederos de quien nos hace otros, en esa química del mestizaje, examinamos constantemente la aventura de la ficción, la imagen traducida por los vocablos que desaparecieron de paredes y bocas de España.