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carta a los romanos
4 Por el bautismo fuimos enterrados con él en la desaparición, a fin de que tal como Cristo resucitó por la gloria del Padre, asimismo nosotros llevemos una Vida nueva. 18 Por lo tanto, así como la falta de uno solo ocasionó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno solo generará para todos y cada uno de los hombres la justificación que conduce a la Vida. 19 Y del mismo modo que por la desobediencia de un solo hombre, todos se transformaron en pecadores, asimismo por la obediencia de uno solo, todos se transformarán en justos. 12 Por ende, por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la desaparición, y de esta forma la desaparición pasó a todos los hombres, pues todos pecaron.
La iglesia romana era doctrinalmente sana, pero, como todas las iglesias, se encontraba en necesidad de la instrucción doctrinal rica y práctica que esta carta provee. La fuerza salvadora de Dios actúa en el hombre por medio de la fe en Jesucristo. Es lo que llamamos la justificación por medio de la fe; y no tanto por las obras mandadas por la Ley mosaica, como afirmaban los judíos. Todos somos pecadores, pero si acogemos con fe a Jesús y su felicidad, quedaremos justificados, o sea, salvados, redimidos, lavados. Y esa fe en Jesucristo la logramos mediante el bautismo, a través de el cual morimos al hombre viejo pecador y resucitamos al hombre nuevo justificado en Cristo, hijo de Dios.
Romanos
La iglesia de hoy precisa desesperadamente enfatizar la santidad práctica en la vida del creyente. obedeció a Dios y, mediante la fe en Él, somos hechos justos. El AT es el «libro de la generación de Adán» (Gn 5.1–2) y concluye con la palabra «maldición» (Mal 4.6). El NT es el «libro de la generación de Jesucristo» (Mt 1.1) y concluye con «no habrá más maldición» (Ap 22.3). El paraíso de Génesis que Adán perdió se restaura en Apocalipsis a través de la cruz de Cristo. Literalmente «nos enorgullecemos en la promesa de la gloria de Dios».
8 O sea, no los hijos de la carne son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son los considerados como descendencia.
Adiós estirpe por la carne.
— Christian Oberti H. (@COmodular) April 17, 2021
Ni siquiera la desaparición nos puede separar de su Presencia. En este planeta habitamos la Presencia invisible de Cristo; en el próximo vamos a vivir en su Presencia visible. La desaparición no es un abismo que acaba en la total eliminación, sino más bien una puerta que transporta a Cristo. Vivimos en una civilización que nos va uniendo poco a poco mucho más íntimamente. Cada uno tiene el espectacular poder de hacer a otros contentos o desgraciados con su conducta; y el poder todavía considerablemente más increíble de hacer a otros buenos o malos. Pablo muestra el hecho indiscutible de que es por naturaleza irrealizable vivir una vida independiente.
Al paso que San Pablo no habla nunca en su epístola de arrepentimiento ni de contrición, estas condiciones son tan evidentes por sí mismas que no merecen una mención especial. Es una carta con enorme acompañamiento en las escrituras hebreas, las cuales cita recurrentemente. Romanos 9–16 Pablo escribe sobre la condición de Israel como pueblo electo, su actual rechazo del Evangelio y su salvación final. Recomienda a los integrantes judíos y gentiles de la Iglesia que vivan el Evangelio, a fin de que haya paz y unidad en ella, y suplica que los santurrones de Roma sigan guardando los mandamientos.
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carta a los romanos
Debemos recordar los riesgos y las relaciones tensas y las divisiones de la comunidad. Que San Pablo miraba hacia Roma durante años y que Roma iba a ser una fácil escala al ir a España, lo comprendemos únicamente por esta epístola. La autenticidad de esta carta está dada por los antecedentes mucho más lejanos, que están en un viejo canon del año 170 llamado canon de Muratori.
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Si usted está en una relación rota con alguien, la aceptación es inherentemente una nueva calidad de vida. Las riñas procuran excluir a otros, pero la aceptación busca incluirlos, aun en el momento en que eso significa respetar las áreas de enfrentamiento. Romanos 12 destaca los puntos sociales y comunitarios de la salvación. Pablo no le estaba escribiendo a solo una persona sino más bien a la comunidad de cristianos en Roma, y su preocupación incesante es su vida en comunidad —con un énfasis particular en su trabajo.
En un increíble salto de pensamiento, Pablo contempla a Cristo, no como Juez, sino como defensor, por amor, de las ánimas de los hombres. De la misma forma que Abraham fue tan leal a Dios que estuvo presto a sacrificarle lo más hermoso que tenía, Dios es tan leal a los hombres que estuvo dispuesto a sacrificar a su Hijo único por ellos. Pablo estuvo hablando de la gloria de la adopción en la familia de Dios, y en este momento regresa al estado turbulento de todo el planeta presente. Por el momento, la creación está doblegada a la esclavitud de la desaparición. En esta alegoría de Pablo, en el momento en que un individuo alcanza a ser cristiana entra en la familia de Dios.
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Hola saludos como informó, no ay un ser humano hecho cristiano por Jesús mucho más que un servidor ,** la carta a romanos era para los romanos en tiempos de Pablo no para los humanos de Hoy Romanos,1,6,7_
— Rosendo Zamarripa Biblia (@BibliaRosendo) April 20, 2021
El versículo 25 enseña que en las edades antes de la plena revelación del evangelio de Cristo, Dios parecía ser injusto al «pasar por alto» los errores de la humanidad y perdonar a personas tales como Noé, Abraham y Enoc. Cierto, Él descargó furia en determinados casos; pero generaciones de pecadores parecían escapar a su juicio. La incredulidad nunca podría anular la lealtad de Dios (v. 3). Aquí Pablo cita el Salmo 51.4, donde el rey David admite sin vueltas su pecado y la justicia de Dios al juzgarle. Aun reconociendo sus errores David declaró la integridad y justicia de Dios y la verdad de su Palabra.
Keck considera que los gentiles cristianos lograron haber creado una aversión o desprecio a los judíos, porque teológicamente racionalizaron que los judíos ya no eran el pueblo de Dios. Estará la raíz de Isaí, Y el que se marcha a alzar a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. Con esta oración, que sintetiza toda la cristología paulina, acaba el Capítulo 8º. Esta oración concluye los diferentes pasajes de Rom 4, 24, al Capítulo 8, 29; 5, 1.11.21; 6, 23; 7, 24; 8, 39. Puesto que la redención del universo es dependiente de la redención del hombre, vano va a ser todo progreso que no se ordene a la redención liberadora del hombre, (cf. Gaudium et Spes, 35.77.78.91.92).